La descarga de la agresividad y las protestas sociales
El científico austriaco y premio Nobel, Konrad Lorenz, conocido por ser el fundador de la etología, estudió mucho el comportamiento animal y señaló que "es un error el creer en una doctrina según la cual el comportamiento de los animales y los humanos es únicamente producto de la educación y, a pesar de que existan algunos elementos innatos en ese comportamiento, no importan ya que ellos pueden ser cambiados por medio del aprendizaje. El origen de estas ideas se encuentra en la extrapolación de los principios democráticos a todas las realidades biológicas. Los principios democráticos son incompatibles con las ideas de que las personas no son desde el nacimiento completamente iguales entre sí y que no todos tienen las mismas oportunidades de convertirse en ciudadanos ideales”. Después de afirmar estas ideas, Konrad Lorenz plantea la tesis de que el comportamiento, incluidos los instintos agresivos, pueden ser en realidad una manifestación específica de la actividad misma de la vida, siendo la política parte de nuestra naturaleza (después de todo, Aristóteles afirmaba que el hombre es antes que nada un animal político). Eso quiere decir que si Konrad Lorenz tiene razón, entonces las estructuras sociales también manifiestan elementos de agresividad espontánea que se expresan por medio de los conflictos armados.