Entrevista a Alexander Dugin: “La cuarta teoría política se basa antes que nada en la espiritualidad”.

13.03.2022
Este artículo fue publicado en el número 53 de la revista Rebellion de julio del 2012. Se trata de una entrevista premonitoria hecha a Alexander Dugin hace ya unos 10 años. Agradecemos sinceramente que Alexander Dugin haya respondido a nuestras preguntas directamente en francés.

La URSS desapareció en medio del caos hace unos veinte años. Nos gustaría que nos explicara en retrospectiva cómo se produjo la implosión de este país. ¿Se puede decir que se produjo debido a la traición de una parte de sus dirigentes?

No quiero explicar este acontecimiento como una conspiración. Por supuesto, las conspiraciones existen, pero no lo explican todo. La implosión del sistema soviético se debió a razones históricas, sociológicas y políticas profundas vinculadas a los complejos procesos que estaban teniendo lugar dentro y fuera de la URSS a escala mundial. Sí, se produjo una traición, pero ¿quién traicionó a qué? Esta historia es demasiado larga y complicada como para abordarla en una entrevista.

Usted fue perseguido durante la Unión Soviética, pero hoy defiende algunos aspectos positivos de este experimento socialista. ¿Acaso existe algo rescatable en el “nuevo hombre soviético”?

Mi actitud hacia la URSS se fundamente en la comparación empírica entre el socialismo y el capitalismo. Cuando odiaba al sovietismo simplemente no conocía el capitalismo. A priori detestaba ambas cosas, ya que me identificaba como un tradicionalista y un revolucionario conservador. Pero después de visitar Occidente y, sobre todo, debido a la llegada del liberalismo a Rusia, me di cuenta de que el socialismo tiene algunos aspectos positivos respecto al liberalismo. Así que tomé una decisión en favor del socialismo. Fue así como llegue al nacional-bolchevismo, es decir, la interpretación de la dimensión popular y tradicional del comunismo y la historia de la sociedad soviética. Además, descubrí la geopolítica del Heartland y la filosofía de los eurasiáticos rusos de la década de 1920 en ese momento. Fue así como comencé un proceso de revisión de las ideas tradicionalistas y a formular la Cuarta Teoría Política (ir más allá del liberalismo, que es la peor forma de alienación, pero también del socialismo y el fascismo). El lado más negativo del fascismo fue su anticomunismo, mientras que el comunismo se identificó con el antifascismo. De hecho, el anticomunismo fascista y el antifascismo comunista representan los aspectos más relevantes de ambas ideologías. Considero que es necesario dejar ambos aspectos atrás porque hacen parte de la Modernidad junto con todos sus defectos. Además, debemos imaginar la creación de algo muy diferente si queremos combatir el liberalismo, el cual no es otra cosa que la esencia misma de la Modernidad. Ni el hombre nuevo soviético ni el superhombre fascista (deconstruido por Heidegger) son suficientes.

Usted fue uno de los principales inspiradores del nacional-bolchevismo en Rusia en la década de 1990. ¿Conserva algo de esta teoría política?

El nacional-bolchevismo fue mi primera etapa en la búsqueda de una Cuarta Teoría Política y la fundación del eurasianismo. Era necesario redescubrir el comunismo ruso como un fenómeno popular y no dogmático, por lo que no se trataba de un experimento proletario y marxista, sino de una forma nacional-bolchevique del mismo. El bolchevismo dogmático esta ejemplificado por el trotskismo occidental y su odio hacia el pueblo, pero también existe el socialismo popular en el que la cultura tradicional del pueblo desempeña un papel importante, aunque a veces de forma indirecta y desconocida por el discurso oficial. Mi participación en el movimiento nacional-bolchevique buscaba:

1)      Unir a los comunistas antiliberales con los primeros representantes del emergente nacionalismo ruso postsoviético y de ese modo crear un frente ideológico común contra un enemigo común.

2)      Proponer un paradigma coherente de explicación de la historia soviética en medio de un contexto más amplio de la historia rusa (haciendo especial hincapié en el factor geopolítico).

3)      Organizar a la juventud rusa no confundida en una estructura opuesta al liberalismo y al Occidente capitalista y cosmopolítico (que era el eje ideológico del régimen de Yeltsin).

Usted fue uno de los protagonistas del renacimiento del pensamiento tradicional en la URSS. ¿Cómo concibe la Tradición? ¿Cree que es necesario ir más allá de ciertos límites (si es que los hay) de la Tradición?

Esta es una pregunta muy complicada y requeriría de mucho tiempo para responderla con detalle. Soy un tradicionalista y veo que esta tradición aún vive en la Iglesia Ortodoxa Rusa. Personalmente, pertenezco a la rama de los Viejos Creyentes. Pero he investigado otras tradiciones como el Islam, el hinduismo, etc. He escrito bastantes libros al respecto. También considero que el tradicionalismo europeo actual está estancado. Guénon y Evola fueron verdaderos revolucionarios que abrieron caminos insospechados y radicales. Pero poco a poco el discurso de sus seguidores se ha vuelto estéril y banal. No desarrollan lo que sus maestros esbozaron, sino que se limitan a repetirlos. Esto no se aplica a todos los tradicionalistas europeos, por supuesto, pero sí a la mayoría…

Para mí el tradicionalismo es una fuente de inspiración y un punto de partida. Pero hay que desarrollarlo mucho más, vivirlo, pensarlo y repensarlo. A veces hay cuestiones que los fundadores del tradicionalismo no abordaron o abordaron de forma insuficiente o incluso erróneamente. Por ejemplo, la identificación de la burguesía con la tercera casta de las sociedades tradicionales (la casta de los vaishyas) por parte de Evola y Guénon, así como la equiparación de los proletarios con la cuarta casta (shoudras), es incorrecta. La burguesía no corresponde a ninguna casta tradicional, es un fenómeno totalmente moderno y antitradicional. El proletariado, en cambio, no existe como tal, sino que fue creado por Marx y consiste, de hecho, en los representantes de la Tercera Casta, los productores (laboratores) que llegaron a la ciudad, donde comenzaron a perder su cultura popular y convertirse en pequeñoburgueses (en esto tenía razón Adam Smith y Marx estaba equivocado). Si consideramos que el proletariado no existe como tal, entonces llegamos a una imagen muy diferente de la historia y la sociedad moderna. Existen las tres castas tradicionales (funciones según Dumézil) oratores (sacerdotes), bellatores (guerreros) y laboratores (campesinos) que son portadores de la Tradición (a diferente nivel) y contra estas tres castas se alza la burguesía antitradicional, modernista y antipopular, es decir, los representantes del Capital. La Tradición es esencialmente anticapitalista, pero también debe estar a favor del pueblo y no luchar contra él.

Por otro lado, desarrollé la idea del Sujeto Radical como la conceptualización de una cierta entidad que permanece fiel a la Tradición, pero en el momento mismo en que la Tradición se descompone y se suicida. Es una idea equivalente a la del hombre diferenciado de Evola. Veo al Sujeto Radical como el fundamento de una metafísica paradójica y escatológica. He dedicado varios libros a esta idea.

¿Qué formas y derroteros debe seguir un enfoque espiritual con tal de ser revolucionario?

Creo que hoy es imposible hacer una revolución sin tomar en cuenta la metafísica. El tiempo de las masas ha pasado, hoy la lucha sucede a nivel de las ideas. Pero no se puede combatir sin conocimientos metafísicos, filosóficos y experiencias espirituales. La Cuarta Teoría Política se basa antes que nada en la espiritualidad.

Jean Parvulesco, que era uno de nuestros colaboradores habituales, murió hace poco. Usted ha citado varias veces su trabajo.  ¿Qué significaba él para usted? ¿Cuáles eran sus aspectos más importantes?

Parvulesco fue uno de los hombres más grandes de nuestro tiempo y le tenía mucha estima. Era mi amigo espiritual y compartía muchas ideas con él: la gran geopolítica continental, el eurasianismo, la escatología imperial y mucho más. Fue poco conocido en Francia y en Europa. He intentado difundir sus ideas y obra en Rusia. Sospecho que es más conocido aquí que en Francia. Algunos de sus libros han sido traducidos al ruso y son discutidos aquí. Era un hombre verdaderamente especial y tenía un estilo excelente. No era para nada de nuestro siglo. Era la manifestación paradójica del espíritu imperial, completamente inesperado e indescifrable. Me encantaba él como persona y sus textos. Es necesario leer y releer sus textos…

Frente a un capitalismo cada vez más agresivo, ¿cuál sería para usted el “socialismo del siglo XXI”?

Siempre insisto que mi camino es la Cuarta Teoría Política, la cual es socialista en la medida en que es antiliberal y defiende la solidaridad con el pueblo, la justicia social y el holismo comunitario. Mi libro La Cuarta Teoría Política será publicado en francés por Ars Magna. Invito a los lectores a que lo lean para que conozcan con exactitud mi posición frente al socialismo. Podría decirse que soy defensor de un socialismo popular no dogmático y arraigado, otra clase de socialismo, por eso sigo a Jean Claude Michéa y su dicho “el socialismo contra la izquierda”.

¿Cómo analiza la actual situación del mundo árabe en plena efervescencia, así como las presiones e intervenciones que está sufriendo por parte de Occidente?

Creo que la llamada Primavera Árabe es un fenómeno impulsado por Estados Unidos y el globalismo. Hay contradicciones naturales dentro de estos países, pero estas revueltas han sido orquestadas y manipuladas desde afuera. Es el paradigma del caos controlado que destruye el orden de la sociedad y que no busca cambiarlo por otro régimen (otro orden) sino por un caos que se controla dividiendo a los grupos opuestos y competidores entre sí mientras se mantiene una estructura de revuelta permanente. Este es el caso de Irak y Afganistán. Incluso después de que los ejércitos de ocupación estadounidenses se vayan, el caos permanecerá y será manipulado ad infinitum.

Usted dirige varios grupos de reflexión y organizaciones políticas eurasianistas. ¿Cuáles son las principales características de este movimiento y que impacto han tenido en la sociedad rusa?

Putin siempre toma nota del eurasianismo, aunque Medvédev no le ha prestado mucha atención. Sin embargo, ese tiempo tan difícil ya ha pasado. La idea de una Unión Euroasiática que Putin promociona fue sugerida originalmente por nosotros, siendo finalmente aceptada. Por lo que se puede decir que hemos progresado. La geopolítica como rama científica también está siendo estudiada en Rusia. Nuestra influencia crece en los medios de comunicación, en la Academia y los círculos de expertos, así que estamos avanzando. Las ideas del eurasianismo están disponibles en francés en el sitio web http://evrazia.info/modules.php?name=News&file=article&sid=386 y en mis libros publicados por la editorial Ars Magna.

¿Cómo ve el destino de Europa y las relaciones entre Occidente y Oriente en nuestro continente?

Veo a Europa como una entidad geopolítica distinta de Occidente y, por lo tanto, diferente de Estados Unidos e Inglaterra. Esta Europa franco-alemana es continental y tiene su propio destino. Una Europa independiente se convertirá en un aliado de Eurasia. No creo que podamos identificar a Europa con Eurasia (como creen algunos de mis amigos eurasiáticos europeos). Creo que Rusia/Eurasia y Europa son dos civilizaciones distintas, aunque la civilización europea no tiene nada que ver con el mundo norteamericano y anglosajón. Se podría decir que son tres Grossraum distintos: uno atlántico/anglosajón con su núcleo en los Estados Unidos; otro Euro-continental que gira alrededor del eje Franco-Alemán; y un tercero, que sería Eurasia. Si queremos crear un mundo multipolar primero debe forjarse una alianza entre el 2 y el 3 Gran Espacio contra el 1. Después ya veremos qué hacer.

¿Qué piensa del dúo Vladimir Putin/Dmitri Medvédev?

Creo que hoy ha quedado claro que Putin utilizó a Medvedev para engañar a Occidente. Estados Unidos esperaba que Medvédev se presentara para asumir un segundo mandato y repitiera la táctica de Gorbachov de debilitar a Rusia por medio de una segunda Perestroika. Cuatro años de presión contra Rusia no llevaron a nada y Washington estaba haciéndole el juego a Medvedev. Putin ha vuelto a su puesto después de engañar a todo el mundo y repetirá este truco cada vez que lo necesite: Occidente esperará a que Medvédev vuelva dentro de 6 años. Las tácticas políticas de Putin son muy buenas, siendo un patriota y populista que abraza algunos aspectos del eurasianismo. Medvédev es un liberal occidentalista. ¿Cuál es la razón de todo esto?  No lo sé, parece ser un espectáculo.

¿Cuáles son las opciones estratégicas de Rusia en esta década del 2010? ¿Cuáles son sus cartas para acabar con la dominación occidental sobre el resto del mundo?

Rusia sólo puede existir como potencia soberana en el contexto de un mundo multipolar y mediante la integración del espacio postsoviético. Este es un axioma geopolítico absoluto y objetivo. Washington entiende esto perfectamente y lo mismo Moscú. Así que existirán quienes tomen partido por la multipolaridad y otros lucharán contra ella. Moscú busca instaurar la multipolaridad e integrar Eurasia; Washington, por el contrario, busca mantener el mundo unipolar o globalista (sin potencias regionales fuertes como polos independientes). Si Moscú quiere triunfar debe buscar aliados entre los chinos, los iraníes, musulmanes y los partidarios del eurocontinentalismo (si es que queda alguno actualmente) …