Sheitanov: un titanismo balcánico y búlgaro
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Los conservadores rusos, que en muchas cosas son herederos de los eslavófilos, suelen hablar de la “civilización ortodoxa” como un todo, pero normalmente saben muy poco de los diferentes pensadores que han escrito dentro de esta tradición. Es por eso que vamos a mencionar el caso de un filósofo búlgaro casi desconocido fuera de su patria: Naiden Sheitanov (1890-1970), cuyo cumpleaños fue celebrado el 18 de noviembre.
Sheitanov fue muy influencia por Nietzsche y Freud y durante las décadas de 1920-30 intentó fundar una filosofía búlgara autóctona que estuviera basada en la tradición popular, el folclor y la historia milenaria de la geografía de Bulgaria.
El estilo de Sheitanov es provocador y a veces burdo, pero no deja de ser original y muy honesto. Por ejemplo, acuñó el término “sexocracia” y dedicó gran parte de su vida a estudiar los elementos eróticos que existían dentro del folclor búlgaro. Este filósofo dedicó una parte importante de sus escritos al problema de la dimensión erótica femenina de la identidad búlgara, lo que, según la teoría de los “Tres Logoi” de A.G. Dugin se correspondería con el Logos negro de Cibeles.
De hecho, estas ideas de la identidad “titánico balcánica de los búlgaros” se corresponden bastante bien con el origen mismo de Cibeles, especialmente si tenemos en cuenta que Sheitanov era un entusiasta de la modernización, la urbanización y la mecanización (todos estos rasgos titánicos evidentes), los cuales podían ser combinados con los elementos arcaicos populares de las tradiciones de los Balcanes.
Sheitanov consideraba que la identidad balcánico-búlgaro es una especie de fusión entre las civilizaciones tracia, micénica, jónica, romana y bizantina. No obstante, creía que los bogomilos (1) fueron quienes crearon una idea universal que uniría a toda la humanidad entorno a los Balcanes. Según Sheitanov los bogomilos no eran un movimiento gnóstico que negaba el cuerpo y la materia, sino antes que nada un intento de armonizar el alma y el cuerpo. Sheitanov sostenía que los bogomilos no tenían su origen en el dualismo iraní, sino en el orfismo y los ritos dionisiacos de los tracios. Es por eso que los bogomilos defendían la idea de la “bipolaridad”, es decir, el entrelazamiento entre los principios masculinos y femeninos.
Sheitanov pensaba que los Balcanes y Bulgaria eran el centro de la historia, siendo una especie de Tercer Mundo. Los Balcanes, según Sheitanov, no hacían parte ni de Oriente ni de Occidente, por lo que este filósofo era enemigo de Rusia y partidario de la soberanía búlgara. Bulgaria era un territorio atrapado entre Escila y Caribdis. El primer monstruo es Occidente y, anteriormente, el mundo católico. El segundo monstruo es la Bizancio ortodoxa cuyo heredero es Rusia (ya fuera el imperio de los Zares o la Unión Soviética). En cambio, Bulgaria es heredera de los reinos balcánicos independientes y de los bogomilos revolucionarios que lucharon tanto contra Bizancio como contra Occidente.
Esto llevó a Sheitanov sostener que Bulgaria era una especie de mediadora entre Occidente y Oriente. Esta última tesis puede ser desarrollada teóricamente según la perspectiva euroasiática de la historia búlgara. Resulta interesante que comentando las más importantes figuras de la historia búlgara Sheitanov escribiera lo siguiente: “Somos el nexo que une a Europa, Asia y África. Orfeo viene de Egipto y Pitágoras de Babilonia; los bogomilos se adentraron en la India, Irán y Asia Menor, mientras que Omurtag (2) provino de China.
Notas del Traductor:
1. Los bogomilos fueron una comunidad herética de vida rigurosamente ascética, con creencias docetistas y gnósticas, cuyo origen se remonta al siglo X en la región de Tracia (actual Bulgaria, Rumelia y norte de Grecia), así como en Bosnia. La palabra «bogomilo» significa ‘querido o amado de Dios’ y proviene de la combinación de dos palabras de origen eslavo: bog, que significa ‘dios’, y mil, milo, que significa ‘querido’. Algunas otras versiones de la etimología suponen que el término deriva de su principal patriarca, llamado Bogomil, aunque si bien se observa esta segunda posible etimología no contradiría a la anterior, ya que Bogomil equivale al nombre Teófilo y este en griego significa ‘amigo de Dios’.
2. Omurtag u Omortag fue un gobernante búlgaro que reino entre el 815 y el 831 d.C., siendo conocido como “el Constructor”.