La humanidad, en marcha hacia el orgasmo final
La victoria de la mujer barbuda en el festival de la canción de Eurovisión en Copenhague, en 2014, y más recientemente, en los desfiles de la Navidad española, el emocionante espectáculo de los magos representados por mujeres con barbas, son un buen augurio para la humanidad, en marcha hacia la gloriosa meta final de la libertad total.
En mi opinión, sería hora de dejar caer esas pocas anti-históricas barreras anti-igualdad que todavía quedan.
¿Por qué, por ejemplo, no abolir la vergonzosa segregación sexista de los baños públicos, dividido entre aquellos para "hombres" y aquellos para "mujeres"? Que cese, pues, este apartheid de los retretes – perdón, del "género" - que se entromete a una sana promiscuidad en los momentos de necesidad. Al amor, en todas sus formas, se da ya espacio sin más absurdas distinciones de sexo, de parafernalia, de barba, de edad... Un amor no más sujeto a condicionamientos biológicos o a prejuicios religiosos y morales.
Ahora nos casamos incluso entre los hombres, con o sin tacones altos, así como nos casamos entre las mujeres, con o sin barba. El bebé puede ahora contar con dos madres, cuando no son en su lugar dos los papás.
Sería necesario también liberarnos de otra absurda bola con grillete al pie del progreso libertario: la pedofilia. Propongo que se extienda la sacrosanta libertad de celebrar la propia sexualidad incluso a menores de edad que consientan. ¿Acaso no cuenta el consentimiento de un menor de edad a las insinuaciones de un adulto lujurioso? ¿No dijeron los latinos incluoi: "ubi maior, minor cessat"?
Y, ya que estamos, ¿por qué continuar respetando el tabú del incesto, absurdo tótem de los tiempos primitivos?
Los últimos tabúes de esta civilización falocratica, ahora coja, deberían ceder el paso inevitablemente al avance triunfante de la libertad hedonista que tiene como objetivo destruir cualquier arreo, arnés, elástico o calzoncillo que todavía ose entrometerse en el resbaladizo camino de la humanidad hacia el liberador orgasmo final.