Venezuela confirma su rumbo social
De cara a las elecciones presidenciales, los chavistas refuerzan sus posiciones a través de diversos foros y consultas.
La República Bolivariana de Venezuela, a pesar de las sanciones estadounidenses, sigue el rumbo socialista fundado por Hugo Chávez. Al mismo tiempo, a diferencia de otros países latinoamericanos, donde también se reivindica una agenda de izquierdas, es Venezuela la que demuestra su estabilidad e intransigencia con la hegemonía de Estados Unidos. Si antes Brasil actuaba regularmente como sede del Foro Social Mundial, después de los años de gobierno de Jair Bolsonaro y la actual política ambigua de Lula da Silva (coqueteando con el Partido Demócrata de Estados Unidos), y el bloqueo a largo plazo de Cuba por parte de Estados Unidos, es Venezuela, que hace frente con bastante éxito a la presión externa y sigue actuando como plataforma para eventos de alto nivel.
Los días 18 y 19 de abril de 2024, Caracas acogió el Foro Internacional por la Alternativa Social Mundial , que se celebró en el marco del ALBA-TCP y fue organizado por el Instituto Simón Bolívar. Sin embargo, la geografía de los participantes no se limitó a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, sino que tuvo un carácter global - desde Malasia, Corea del Sur y Bangladesh en Asia hasta Kenia, Guayana e incluso el Frente Polisario, que lucha por la independencia del pueblo saharaui de la dominación de Marruecos y Mauritania.
El acto estuvo dedicado a la actual crisis mundial, haciendo hincapié en la culpabilidad de los países occidentales, a los que se acusó merecidamente de crear artificialmente numerosos problemas en todo el planeta debido a la codicia del capitalismo burgués, que forma parte del sistema de democracias liberales. En otras palabras, se criticó al Occidente colectivo y su hegemonía unipolar, que en estos países no se llama otra cosa que "orden basado en reglas".
Los ponentes del foro hablaron de ello, al tiempo que ofrecían formas constructivas de resolver los problemas y métodos de solidaridad con los pueblos de los países que más han sufrido la agresión occidental de una forma u otra: política, económica, intelectual, etc. Por supuesto, las cuestiones de la limpieza étnica de palestinos por parte de Israel, la actividad del Banco Mundial y la solidaridad con los pueblos de Cuba y Haití también estuvieron en el orden del día. También expresaron su apoyo al ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, capturado a la fuerza en la embajada de México a principios de abril de este año.
El secretario del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, intervinieron en la última sesión plenaria. El ex presidente boliviano Evo Morales y el ex presidente hondureño Manuel Zelaya también compartieron sus opiniones. Es significativo que Nicolás Maduro subrayara que "ya ha nacido un mundo multipolar" y citara las palabras del Presidente ruso Vladimir Putin.
En el foro, Jorge Arreaza expuso la ponencia "El principio de la unidad como elemento transformador" y señaló que el objetivo del bloque es lograr la autodeterminación, afirmando que "somos libres y contentos con las necesidades satisfechas". También añadió que la estrategia incluye nuevos proyectos para fortalecer los planes en sectores como la economía, la salud, la educación, la nutrición y la protección del medio ambiente. También se anunció que los países miembros del ALBA-TCP celebrarán en Caracas la XXIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del bloque, en la que, como estaba previsto, se planteará la presentación de la Agenda Estratégica hasta 2030.
Los participantes en el Foro procedentes de otros países (hubo 200 personas de 80 países en total) pudieron conocer la cultura venezolana y diversos aspectos de la política nacional. En particular, algunos pudieron participar como observadores internacionales en los colegios electorales dos días después. El 21 de abril se celebraron consultas populares en todo el país. Esta iniciativa está respaldada por el artículo 70 de la Constitución venezolana, que implica la discusión periódica de temas importantes con el pueblo. Para ello se abrieron 4.500 centros de votación en todo el país.
En Venezuela, este enfoque se denomina democracia esencial radical, aunque en el léxico internacional existe el término democracia participativa, cuando el pueblo no sólo elige a los diputados y jefes de Estado de vez en cuando, sino que también participa directamente en el proceso político mediante debates sobre cuestiones clave. Probablemente, así era la democracia antigua, cuando los ciudadanos políticos se reunían periódicamente para buscar una solución a algunas cuestiones acuciantes.
En este caso, el conjunto de cuestiones se dedicaba exclusivamente a asuntos internos: carreteras, acceso al agua y la electricidad, sanidad (incluidas instalaciones deportivas y recreativas) y educación. Al mismo tiempo, según el lugar de votación, los proyectos difieren entre sí debido a las especificidades locales. Se estudiaron un total de 27.156 proyectos en todo el país, que previamente habían sido revisados por los consejos comunitarios locales.
Anteriormente, en 2022 y 2023, se realizaron consultas a consejos municipales en el estado Miranda y esta experiencia se utilizó en el plebiscito actual.
Tuve la oportunidad de visitar cuatro centros de votación en Caracas, no sólo en el centro (donde se habilitaron lugares de votación sobre la base de escuelas y bibliotecas), sino también en la zona de Atlántico y en la comuna de Antimano Mamero, que forman parte de las famosas favelas con casas pegadas unas encima de otras en la ladera de la montaña. A diferencia de las famosas favelas de Río de Janeiro, donde hasta la policía tiene miedo de entrar, estas zonas de Caracas, que se llaman Barrios, están bastante socializadas.
Aunque desde la distancia parecen algo espeluznantes (en cierto modo se parecen a algunos pueblos tradicionales del montañoso Daguestán ruso, donde unas casas se levantan sobre los tejados de otras), dentro de las viviendas hay agua corriente y electricidad, y los lugareños son bastante amables y sociables. En particular, en estas comunidades se debatieron en las consultas cuestiones relativas a la mejora de las infraestructuras y la reorganización del espacio vital.
El plebiscito anterior tuvo lugar el 2 de diciembre de 2023, cuando se debatió la cuestión de la anexión del territorio en disputa con Guyana. La inmensa mayoría, incluida la oposición, lo reconoció como el nuevo estado de Esequibo.
Y la próxima votación se celebrará el 28 de julio, para elegir al presidente del país. De hecho, los dos plebiscitos anteriores tienen como objetivo reforzar la base social del actual presidente, Nicolás Maduro, y ayudar indirectamente a mejorar sus posiciones frente a la oposición de orientación occidental, que designó a 13 candidatos que no tienen ni carisma ni la experiencia política adecuada para hacer una verdadera competencia.
No cabe duda de que Maduro volverá a ganar y el rumbo actual del país, tanto en política exterior como interior, continuará.
Traducción al español para Geopolitika.ru
por el Dr. Enrique Refoyo
Fuente: https://orientalreview.su/