Un grupo “antifascista” asesina a un militante del Frente Nacional en Francia
Otra víctima mortal de los denominados “antifascistas”. Otra vez el silencio de los medios informativos y de las organizaciones defensoras de las libertades y de los derechos humanos a condición de que esas libertades y esos derechos humanos estén etiquetadas dentro de un determinado perfil racial o ideológico.
Después de varios días de agonía, luchando contra la muerte, el joven francés de 23 años Luigi Guardiera, ha fallecido al no poder resistir su cuerpo las terribles consecuencias de la brutal paliza que recibió por parte de un grupo de al menos supuestos “antifascistas” que le esperaban a la salida de una discoteca en la localidad del suroeste francés de Tarbes.
El motivo por el que el joven francés fue objetivo de la ira del grupo de violentos “antifascistas” no es otro que su pertenencia al Frente Nacional. Según el parte médico, Luigi Guardinera ingresó en el centro hospitalario en parada cardiorespiratoria con traumatismo craneal severo y policontusiones a lo largo de todo el cuerpo.
Resulta significativo como en el caso de este asesinato los medios de comunicación silencian el hecho. Posiblemente, en el caso de que la muerte de esta persona hubiese llegado en otras circunstancias o se apellidara de otra manera, la noticia hubiera tenido mayor repercusión en los medios pero aquí está la prueba evidente de lo que los gobiernos tratan de silenciar las evidencias.
No habrá panegíricos en su memoria firmados por alguno de esos intelectuales encumbrados por la Fundación Rockefeller. Tampoco palabras de condolencia ni de condena procedentes de la izquierda ni tampoco de la derecha liberal, ésa que deambula sin patria y sin alma. Hasta la Iglesia francesa, satanizada hasta el tuétano, guarda un repugnante silencio. Debe ser que París ya no vale ni una misa.
La muerte de Luigi ha tenido unos autores materiales. Pero no han sido los únicos responsables. Entre los agitadores contra un estado de conciencia que crece en la proporción que decrece el conformismo suicida de nuestros vecinos del norte, no sería nada descabellado apuntar nombres como los de Bernard-Henri Lévy, Daniel Cohn-Bendit, Patrick Modiano, Jacques Julliard, Denis Olivennes… El odio al Frente Nacional actúa en todos ellos como un resorte emocional que pretende conducir a Francia al basurero de la historia.
Los diez asesinos que han acabado con la vida de Luigi han sido detenidos y puestos a disposición de la autoridad judicial francesa pero no hay que quedarse ahí pues, en la reacción de éstos desalmados, hay que buscar responsabilidades entre los que promueven e incitan este tipo de conductas y generan el caldo de cultivo para que grupos denominados “antifascistas” actúen violentamente. A ellos es a quienes se les debería exigir responsabilidades y pagar por ellas porque son cómplices del delito.
Condolencias del FN
Marine y Marion Le Pen, así como Nicolas Bay, secretario general del Frente National, han mostrado sus condolencias a la familia por la muerte de su joven compañero. Lamentan que ni un sólo representante, tanto de la izquierda como de la derecha liberal francesas, hayan condenado la muerte de Luigi.
El Espía Digital