Diplomacia, lobby y agenda de género

26.11.2020

El imperio se reconstruye las colonias se "deconstruyen". Apenas unas horas antes del día de la soberanía, en donde se conmemora la heroica Batalla de Vuelta de Obligado en la cual el Brigadier General Juan Manuel de Rosas junto a Lució Mansilla y los patriotas argentinos combatieron la flota anglo francesa, en un hito histórico sin igual, la Cancillería Argentina auspicio públicamente un encuentro junto a la Embajada Británica que trataría sobre "El impacto de la pandemia en las personas LGBT". Podría ser tomado como un acto irrelevante, de hecho así lo consideran varios que lo toman como algo menor o un acto marginal sin tener en cuenta el contexto, el trasfondo y sin observar sobre todo dos hechos uno previó y otro posterior al anuncio. 

Quienes le quitan importancia a la agenda de género, son los tontos útiles al sistema de dominación o poco conocen la política exterior de las grandes potencias y el Soft Power (sobre todo de Gran Bretaña), la utilización de la ideología para imponer una subordinación cultural a los centros de poder. Lo que anteriormente era una colonización territorial hoy es una colonización mental, neocolonialismo cultural. Además de las grandes potencias y sus embajadas también están involucradas grandes corporaciones con intereses económicos e individuos (multimillonarios)  "filántropos" que también hacen lobby utilizando Organizaciones No Gubernamentales (ONG 's) como instrumento.

Horas antes del anuncio de la Cancillería Argentina sobre su actividad en conjunto con la Embajada Británica, el Primer Ministro de Gran Bretaña anunciaba la mayor inversión en Defensa de los últimos treinta años, la más grande desde la "Guerra fría" donde declaraba: "Nuestras Fuerzas Armadas representan lo mejor de nuestro país. Estamos poniendo fin a la era de la retirada y reforzando nuestro presupuesto de defensa". US$ 21.900 millones destinados para las Fuerzas Armadas que incluye la creación de un mando espacial, una agencia de inteligencia artificial y una fuerza cibernética. Con esto refuerza su posición en la OTAN y en Europa de ser la potencia con mayor gasto en Defensa. Lo que debería llamar la atención es su anuncio del "fin de la era de la retirada" y poner fin al repliegue para incrementar su poderío con una frase contundente "el Reino Unido debe ser fiel a su historia y apoyar a sus aliados" en un claro mensaje hacia EEUU. Este anuncio no hace más que dejar en claro la pretensión y la idea de reconstruir una hegemonía angloamericana tras la salida de la Unión Europea.

Mientras en Argentina, acto seguido al anuncio de Cancillería fue noticia que el Ejército debe incorporar un 1% de personas Travestis, transexual y transgénero a partir del decreto N°721/20. Cupo laboral trans incluido en los Derechos Humanos de la "Agenda para Argentina 2020" de la ONG Amnistía Internacional (con sede Reino Unido) que lo impulsó fuertemente, en uno de sus puntos establece: "Garantizar la sanción de una ley de cupo laboral para personas trans de alcance federal y la adopción de medidas efectivas para su implementación. De igual manera, esta ONG, hace lobby por la sanción del aborto donde recientemente iluminó un símbolo nacional como el Cabildo con una proyección verde que pedía por el "aborto legal". 

Se observa con claridad la influencia de la diplomacia británica personalizada por el agente pirata Mark Kent, quien oficia de embajador en Buenos Aires, un ferviente promotor de la agenda de género, un peculiar diplomático que establece estrechos vínculos con toda la clase política Argentina sin distinciones partidarias, donde además se lo ha podido ver participar en encuentros y reuniones vinculadas a la temática de género, como el encuentro con la ministro de géneros y diversidades Elizabeth Gómez Alcorta y hasta sacarse fotos en el "Dia del Orgullo" con la titular del INADI Victoria Donda. A la diplomacia británica se le suma el lobby LGBT de las ONG's, como dimos cuenta más arriba, entendemos aquí "lobby" como un grupo de individuos y organizaciones que tienen intereses y ejercen presión para influir en la política, en la toma de decisiones, tal lo explicaban John Mearsheimer y Stephen Walt en "El lobby Israel en Estados Unidos". Y si alguien sabe de lobby esos son los ingleses.

Entonces podemos dar cuenta de una "coalición inconexa", o no tan inconexa, entre la Embajada Británica, ONG's y el lobby LGBT que tienen como denominador común imponer la agenda de género, la ideología dominante que difunden los centros de poder, mientras el imperio angloamericano comienza a reconstruir sus Fuerzas sus colonias se deben "deconstruir". 

La política británica en el Río de la Plata ya es bien conocida pero durante los últimos años la diplomacia puso en práctica una política de "distensión" tras la Guerra de Malvinas, creando un velo sobre los verdaderos intereses que se esconden detrás de la proclamada "inclusión, igualdad y diversidad" que en realidad es exclusión, desigualdad y uniformidad de pensamiento, no es más que la voluntad de expansión y dominio del imperialismo angloamericano bajo una máscara "buenista" expresada por un embajador hábil para las relaciones con políticos serviles a los que "se les pasa por alto" que Gran Bretaña usurpa territorio argentino siendo un enemigo hostil.

Ya definió Scalibrini Ortiz la diplomacia inglesa como resorte oculto de nuestra historia: "Más influencia y territorios conquistó Inglaterra con su diplomacia que con sus tropas o sus flotas".