Acerca del coronavirus y la segunda (lo sentimos, primera) ola
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
1. Desde el principio, creí y sigo creyendo que estamos hablando de una fuga (probablemente no planeada, pero quién sabe) de armas biológicas de los laboratorios militares de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Los jefes de Estado lo saben y, por lo tanto, introdujeron una cuarentena tan estricta (pero no muy efectiva) en la primera etapa.
2. ¿Por qué entonces se canceló? Por motivos económicos, sociales y políticos. Los gobernantes decidieron que perderían el poder si aumentaba el pánico y las sociedades se paralizaban.
3. ¿Qué está pasando ahora? Es difícil ocultar más la pandemia. Tenemos que volver a tomar medidas impopulares.
4. ¿Por qué se producen los saltos en las estadísticas? La pandemia es muy compleja y antinatural, es decir, es difícil de predecir. Es no lineal. Luego, los globalistas y los gobiernos nacionales intentan usarla en su beneficio, en cada país a su manera. La manipulación directa se superpone a la no linealidad. Además de la necesidad de ocultar el estado real de las cosas. Es decir, el peligro salvaje del coronavirus, que no se limita a la mortalidad. ¿Y entonces por qué? Da miedo incluso asumirlo. Si es un arma biológica, entonces debe tener un objetivo. Evidentemente, no se mide por el índice de mortalidad, que en este caso es relativamente bajo. ¿Entonces cuál es?
5. En la Federación de Rusia, el virus se comporta como se esperaba, cede antes del día de la votación sobre las enmiendas a la Constitución y regresa después de un solo día desde la votación. Pero esta no es la segunda ola, que se temía, sino la primera ola, que solo se apartó para darle a la gente la oportunidad de votar con tranquilidad. Nuestro virus se comporta de manera disciplinada. Pero... se acabó la votación. Bienvenidos por segunda vez a la primera ola.
6. La vacuna. Al principio dijeron que tardaría un par de años. Esto es realista, ya que casi equivale a no tenerla. Y de repente ¡hurra!, la vacuna. Y luego está bastante tranquilo todo. La vacuna llegó de manera disciplinada según lo ordenado. Quizás ella ayude, todo puede ayudar al azar. Además del poder de la imaginación y la fe en el Estado.
7. La primera oleada y la cuarentena de todas las sociedades fracasaron sin ningún peligro. No se extrajeron ninguna clase de conclusiones. No hemos aprendido nada. Sólo se esperaba volver a la estúpida forma de vida habitual. Y se aplaudió cuando fue posible volver a los IKEA (1) y a los cafés. Desde que la segunda ola (lo siento, desde que la primera ola continua, que terminó, y luego una vez vuelve... y no termina de cesar), nadie sacará conclusiones tampoco.
8. Me sorprende la reacción exagerada de muchos de mis amigos que creen que no existe el coronavirus y que fue inventado por los globalistas para colocarnos el chip. Es evidente que algo no está bien en el mundo, pero este “mal” no es en absoluto lo que muchos piensan. Cada vez es más serio y minucioso. Estoy convencido de que en la manipulación del coronavirus más bien se subestima su peligro (que Trump admitió abiertamente) que el hecho de sobreestimarlo, pero lo cierto es que cualquier gobierno siempre manipula todo a su favor.
9. Yo observaría el régimen del más estricto aislamiento, no iría a ningún lado, haría todo lo que fuera necesario online y leería libros.
10. Todo lo que realmente necesitamos está dentro de nosotros mismos. Nuestra muerte duerme allí. Debemos hablar con ella...
Notas del Traductor:
1. IKEA es un grupo multinacional sueco ubicado en los Países Bajos que diseña y vende muebles, electrodomésticos y accesorios para el hogar listos para ensamblar, entre otros bienes útiles y ocasionalmente servicios para el hogar. También tiene muchas sucursales en Rusia.