Encuentro entre Lavrov y Tillerson: Washington no presentará su visión del mundo a Moscú. No tiene ninguna.

11.04.2017

El secretario de Estado Rex Tillerson llega a Moscú este 11 de abril. Esta es su primera visita a la capital rusa en este cargo y la primera visita de un representante de la administración de Donald Trump a Rusia.

Agenda

En la agenda hay cuestiones clave en las relaciones ruso-estadounidenses: Siria, Crimea, Ucrania, la paridad nuclear y de misiles, las sanciones, las relaciones con Irán, Corea del Norte. Para ambas partes, esta es una oportunidad para poner las cartas sobre la mesa y presentarse mutuamente su visión estratégica del orden mundial, así como los planes para resolver problemas específicos. Teóricamente, tal discusión debería haber llegado a ser el principal leitmotiv de la reunión. Teniendo una idea más o menos clara de lo que cada país quiere estratégicamente, tanto Rusia como Estados Unidos podrían construir de forma más competente una política entre ellos, comprendiendo lo que pueden esperar los unos de los otros.

Cuestiones de estrategia global

El problema fundamental es que ambos países carecen de una visión estratégica del orden mundial. En Rusia, vemos un equilibrio entre el rumbo hacia un mundo multipolar y los intentos de integrarse en el sistema hegemónico (tanto en el sentido realista como en en el gramsciano), un realismo periférico. Al mismo tiempo, el último polo se debilita debido al hecho de que la hegemonía -los Estados Unidos-, con la llegada de la nueva administración no ofreció una estrategia holística de política exterior. Sin embargo, las posiciones de los agentes de influencia globalistas en Rusia son muy fuertes. El hecho es que, en vísperas de la visita de Tillerson, el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, habló sobre el tema de las relaciones ruso-estadounidenses con miembros del Consejo para la Política Exterior y de Defensa, que representan de facto los intereses del CFR en Rusia.

Influencia de los neoconservadores

Ya en los discursos preelectorales y en la selección del equipo de política exterior de Trump, se notaba una combinación de principios y figuras mutuamente excluyentes, partidarios del enfoque realista y neoconservadores e intervencionistas liberales. En cuanto a los compromisos con el establishment republicano, el mensaje anti-hegemonista, realista, anti-globalista original de Trump (Steven Miller fue el principal redactor de sus discursos) comprendiendo América como una gran potencia nacional, se desdibujó. Aumentó la influencia de los neoconservadores. Las estructuras del lobby israelí y personalmente el yerno de Trump, Jared Kushner, contribuyeron mucho al proceso, aunque algunos de los neoconservadores (John Bolton, Walid Phares, Joe Schmitz), estuvieron inicialmente alrededor del futuro presidente de EE.UU., teniendo puntos comunes con figuras como M. Flynn y S. Bannon, sobre la base de los sentimientos anti-musulmanes y anti-iraníes.

El papel del CFR

Al mismo tiempo, la influencia del Consejo de Relaciones Exteriores sigue siendo fuerte tanto en el Estado profundo estadounidense como en el equipo de Trump. Incluso durante la campaña, Trump llamó al director del CFR, Richard N. Haas, una de las personas con quienes consulta sobre cuestiones de política exterior. Y la influencia de este centro crece paralelamente a la influencia de los neoconservadores. Como parte del actual Consejo de Seguridad Nacional, Dina Powell, miembro del CFR que trabajó anteriormente en la administración de George W. Bush y encabezó la fundación Goldman Sachs, se convirtió en el principal asesor del Consejero de Seguridad Nacional.

Toda una cohorte de personas de esta orilla, que se convirtió en un símbolo del globalismo liberal, en cuya estructura el CFR tiene el estatus de un "fundador", llegó a la administración Trump. Son el Ministro de Finanzas - Stephen Mnuchin (también colaboró ​​con George Soros), Gary Cohn -Presidente de Goldman Sachs - Consejero de Política Económica, jefe del Consejo Económico Nacional. El ministro de Comercio Wilbur Ross, "King of Bankruptcies", trabajó la mayor parte de su vida para otro símbolo del globalismo: los Rothschild.
 

Las posiciones de los tres campos sobre Rusia

Si los realistas (Bannon y la gente cerca de él, Tillerson) no se esfuerzan para una dura confrontación con Rusia y su visión del mundo es compatible con la que ve el lado ruso, entonces los representantes del CFR y los neoconservadores están determinados para estar en desacuerdo. La diferencia entre los globalistas liberales del CFR y los neoconservadores es sólo que los últimos están preparados para enfrentar a China, mientras los primeros están interesados en la conservación del modelo de Chimérica como el corazón del proceso de la globalización y entienden el peligro de una guerra en dos frentes. Este modelo seguramente no describe la complejidad de la relación entre estos tres campos. Bannon, por ejemplo, comenzó su carrera en Goldman Sachs y está asociado con el fundador de la infame Blackwaters, Eric Prince, ahora trabajando con China; los neoconservadores están representados en el CFR; etc.

Ninguna declaración ruidosa

La mayor parte de la reunión entre Lavrov y Tillerson ocurrirá a puerta cerrada. En público, Tillerson, como persona acusada de tener vínculos con Rusia, no hará declaraciones ruidosas. El lado ruso actuará cautelosamente, comprendiendo que Tillerson vendrá sin una opinión consolidada del Grupo de los Siete, o sin las prioridades a largo plazo del equipo de Trump mismo, y entonces los acuerdos sobre cualquier cosa son prematuros. Mientras, la lucha de los grupos de influencia no determinará al ganador.