Las palabras de Mitt Romney hacia Trump contrastan mucho con cómo se desarrolló su relación en el año 2012. En aquel entonces, el multimillonario apoyó a Romney, que fue candidato del Partido Republicano y ,a su vez, alabó las cualidades profesionales y personales de este hombre de negocios.
Romney es uno de los mormones más influyentes en la élite estadounidense. Desde el punto de vista de la Iglesia ortodoxa, esta secta pseudo-cristiana es una secta "pagana". Los Mormones tienen una estructura financiera y administrativa muy fuerte, sumando millones de miembros altamente disciplinados y unidos. Con la ayuda de los grupos del lobby y los sustanciosos recursos financieros que poseen, son capaces de influir en la política de los Estados Unidos. Además, se sabe que en el año 2012 Romney apoyó al poderoso "lobby israelí", que también tiene lazos con los mormones. Este hecho sugiere que Trump no satisface a los actuales dirigentes de los Estados Unidos.
La traición por parte de Romney no es un caso aislado. Los medios informaron que otros 60 republicanos "con una amplia experiencia en la política exterior", firmaron una carta conjunta criticando al líder republicano en la carrera electoral. En la misma se afirma que la política de Trump "hará que Estados Unidos sea menos seguro, y empeorará la situación del país y en el mundo". Entre los firmantes está el ex secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, el ex presidente del Banco Mundial y subsecretario del Estado Robert Zoellick, y el ex alto funcionario del Pentágono, Dov Zakhaym.
Los activos ataques de las élites de los Estados Unidos contra Donald Trump eventualmente pueden conducir a un aumento de su popularidad. La población de Estados Unidos no se fía de los que ahora están en el poder, por lo que la persona que causa tanto horror en el gobierno actual, inevitablemente, será apoyada por amplios sectores de la sociedad estadounidense.
