El candidato presidencial del Partido Republicano, Donald Trump, está en cabeza por un amplio margen en prácticamente todos los estados en los que tendrán lugar las primarias. Una de las pocas excepciones es Texas, estado del que Ted Cruz es representante en el Senado. Pero incluso allí, la brecha entre el primer y el segundo lugar es insignificante.
Uno de los defensores más influyentes de Trump fue objeto de escrutinio por parte de los medios occidentales. El ex jefe de la inteligencia militar de Estados Unidos, el teniente general Michael Flynn, según varias fuentes, recomienda encarecidamente al candidato presidencial tomar un rumbo de acercamiento con Rusia con el fin de resolver los problemas globales. Esto causó indignación entre las actuales élites de EE.UU., cuya posición como potencia hegemónica está siendo socavada por las acciones de Moscú en el ámbito internacional.
En la sede de Hillary Clinton, la favorita del Partido Demócrata, uno puede sentir la tensión y el nerviosismo con el telón de fondo del fortalecimiento de Donald Trump. El hecho de que se les escapa de las manos la victoria en las elecciones de noviembre es algo que también se entiende en la dirección del partido. Los medios informaron que los demócratas están involucrados en una conspiración contra Trump para desacreditarlo. Los dos demócratas más conocidos actualmente desempeñarán los papeles principales: el marido de la actual candidata, Bill Clinton, y el "pato cojo", Barack Obama. Clinton afirmó que confía en que, debido a su dura postura, Trump no conseguirá los votos de los mexicanos, los migrantes, los musulmanes y las mujeres. Según el ex presidente de los Estados Unidos, el multimillonario tiene un "sexto sentido y captura el estado de ánimo de los electores, por lo que los demócratas pueden lograr una victoria relativamente tranquila en las elecciones de noviembre sólo a través de una campaña coordinada". Pronto se publicarán una serie de videos promocionales que desacreditarán al Trump. Al mismo tiempo, el jefe del Estado en funciones debería "retratar a Trump como una persona que no es capaz de desempeñar las funciones de la Casa Blanca". En otras palabras, el enfrentamiento político en los Estados Unidos entre los atlantistas (las élites existentes) y los partidarios de un mundo multipolar (Trump y sus seguidores), está entrando en un nivel cualitativamente nuevo.