Supermartes

04.03.2016

En los Estados Unidos, en la primera semana del marzo, se llevó a cabo el "Supermartes". Para la campaña electoral es el momento más importante y, por supuesto, todos los ojos estaban puestos en las figuras, como Donald Trump y Bernie Sanders.

"Supermartes" en los EE.UU. Trump lidera las encuestas. Fue apoyado por los gobernadores de los estados de Maine y Nueva Jersey.

Donald Trump puede ser considerado como el más derechista de los candidatos republicanos, pero no en el sentido de una persona que, como McCain, posee una discapacidad, o de los ex trotskistas neoconservadores, obsesionados con la idea de la dominación del mundo. Estos serían más derechistas que Trump, pero su política va en la misma dirección. Trump representa la voz de ese estadounidense derechista, que casi no se preocupa en absoluto por la política exterior y por la hegemonía estadounidense. Lo que le interesa es la segunda enmienda de la Constitución acerca de portar armas, la buena, vieja tradición de una sola planta en la casa y en los mejores casos, una América de dos plantas, la vida en el rancho y la libertad de usar la libertad como desean, y no según lo prescriben los liberales. Así es, absolutamente, una buena parte de la Norteamérica religiosa, a veces bastante estúpida, de mente estrecha, sin pretensiones. En pocas palabras: un pueblo, un pueblo común y corriente, personas sin ningún talento, pero también sin distorsiones. En la élite americana hay muy pocos así, o no existen prácticamente este tipo de personas. Entre ellos, Trump es una excepción. Es un americano normal entre los estadounidenses anormales.

Y esto es lo que sucede: una mayoría real de los Estados Unidos, la mayoría silenciosa de Norteamérica, e incluso la mayoría estadounidense desposeída y más necesitada, sin ninguna representación adecuada en la élite, está entre Trump y Sanders, pero del lado opuesto al de Hillary, Rubio y Cruz. De este modo, la sociedad norteamericana está al mismo tiempo más a la derecha de Trump y más a la izquierda de Sanders. Esta es la verdadera Norteamérica. La América de Estados Unidos. Fueron tomados como rehenes por la secta liberal globalista poseída con la idea de un nuevo orden mundial y que cumple las órdenes de la élite mundial financiera. Por primera vez son unas elecciones verdaderamente interesantes en los Estados Unidos. Muestran que en Norteamérica brillará una revolución si la élite no entrega voluntariamente el poder al pueblo.

Algo me dice que los liberales en los Estados Unidos y de la propia humanidad no se irán por sí mismos. No se irán. Tendremos que ayudarles a hacerlo.