Rusia-EE.UU.: ¿dos estilos y una contradicción antagónica?

01.10.2016

"Paz… pero desde posiciones de fuerza”  Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz

El acelerado deterioro de las relaciones entre Rusia y EE.UU. tiene una explicación clara: la contradicción antagónica entre ambos gobiernos se ha ido incrementando en la medida que Rusia ha optado por defender su integridad soberana y rechazar la intervención estadounidense como mecanismo de presión a todo pueblo que no se someta a sus designios.

Esta explicación no es simplemente una oración ideológica sino que responde a un análisis objetivo de la situación internacional pues una contradicción es la oposición en grados determinados de dos o más polos, la que implica necesarias reacciones acorde con su propio poder de respuesta e imbricado a diversas condiciones mundiales.

En el caso actual, Barack Obama representa a la Corporatocracia en tanto organización reservada que sostiene un orden mundial basado en la fuerza económica-militar, razón que deviene en su propósito máximo: consolidar el control de las naciones y sus riquezas básicas a través de los más amplios instrumentos de coacción cuales son la negociación fuerte, el chantaje, la subversión interna, la presión foránea, el golpe de estado, la “inversión” financiera y la invasión de territorios, entre otras modalidades. Para ello, emplea a gobiernos satélites que poseen similares finalidades y que están dispuestos a realizar las acciones que se encomienden taxativamente…aunque usualmente de modo reservado.

Después de la caída de la Unión Soviética, Rusia optó por un papel discreto en la escena internacional mientras fortalecía su propio estado e iniciaba una reflexión sobre el rol que jugaría en ese concierto tan complejo. Sin embargo, al llegar al paroxismo la intervención del gobierno estadounidense en Ucrania, Medio Oriente, América Latina y otras latitudes, el presidente Vladimir Putin consideró que era hora de actuar definiendo en qué lugar de la historia de ubicaría la Federación Rusa: al lado del poder omnímodo que castiga a quien desea emanciparse o definir su papel como amante de la paz y la equidad entre pueblos.

Esta decisión planteó por primera vez una contradicción secundaria a la Corporatocracia ya que dicho gobierno iniciaba un proyecto de liberación y fijación de límites ante ese Leviatán implacable. La agudización cada vez mayor se ha ido haciendo patente en la medida que diversos pueblos comienzan su camino de autodeterminación lo que pone en riesgo el poder omnímodo del dominador implacable. Así se explica claramente lo que sucede en el globo terráqueo y las amenazas a su integridad global con la bandera feroz de la tercera guerra mundial junto con el descalabro nuclear, lo que se convierte en una contradicción antagónica con previsibles consecuencias.

¿Es posible predecir lo que sucederá ahora?

Los crecientes llamados a crear corredores de ayuda humanitaria que debería prestarse a las víctimas del conflicto sirio, por parte de la autodenominada Coalición occidental, liderada por USA, por ejemplo, son simplemente los pedidos de auxilio del terrorismo que se encuentra rodeado en Alepo…donde probablemente se encuentra un grupo de oficiales extranjeros que no han podido huir y que demostrará nuevamente quien ampara al extremismo. Por tanto, el deterioro del “diálogo” entre el gobierno ruso y estadounidense no es tal sino que la antítesis comienza a elevarse cuando uno de los afectados ve que su poder está en tela de juicio y, además, lo pierde significativamente. Esa es la realidad.

Por tanto, estos son seis hechos que ocurrirán en este presente:

  1. El régimen estadounidense insistirá en que Rusia y Siria dejen de atacar a las bandas terroristas para lo cual establecerán dos caminos: la “persuasión diplomática” y la injerencia militar de apoyo a Daesh y asociados. Esto es inevitable.

  2. Siria y Rusia, con el apoyo de Irán y Hezbollá, continuarán atacando a las bandas criminales, incluidos los “rebeldes moderados”, y sólo en tanto se de ese avance habrá contactos para una negociación diferente.

  3. Las presiones a través de una extensa campaña mediática occidental de desinformación sobre la imprescindible necesidad de que los “agresores sirio-rusos” dejen de atacar al pueblo, frenen sus operaciones antiterroristas y bombardeos a los civiles, serán insistentes en toda la prensa, radio, televisión y comunicación virtual.

  4. La decisión de una vía militar por parte de Washington, agrediendo en suelo sirio a las fuerzas antiterroristas, no es de fácil resolución ya que ello implicaría un enfrentamiento directo entre la Coalición y Rusia, lo que pondría a la ciudadanía de la Unión Europea, EE.UU., América Latina, e incluso Africa, a tomar posiciones entre uno y otro polo creando las condiciones para una confrontación de más alto espectro.

  5. Los intentos de la Corporatocracia para subvertir naciones y apoderarse de ellas a través de gobiernos domesticados no ha cesado y continuará en todos los frentes posibles, especialmente en Venezuela, Irán, Rusia, Siria, Irak, y otras naciones que están en camino de salirse de la órbita neocolonial.

  6. Todo discurso conciliador a partir de gobiernos neoconservadores será analizado en su intención profunda (Humanología), es decir, como herramienta que intenta engañar y no provee un sustento ético confiable. Los recientes acontecimientos donde se viola la palabra ostensiblemente lo confirma.

La contradicción antagónica entre ambos gobiernos continuará, aunque los estilos serán manifiestos debido a que la concepción de geopoder es opuesta en su esencia, pues Rusia sostiene la necesidad de crear confianza a través del dialogo soportado en el cumplimiento de la palabra lo que es prácticamente incompatible con la hipocresía cimentada a través de la amistad artificial por parte de Washington. Sin embargo, la verbalidad no ha cesado y abre algunas puertas a la concertación relativa.

Para quienes aman a la Humanidad y creen firmemente en la paz interior y mundial, insistirán sin temor en todos los proyectos que contribuyan a esa noble tarea. Es el compromiso de todo aquel que considera que la especie humana merece un mejor camino de vida.