¿Pro-elección o pro-muerte?

14.05.2016

La política de los Estados Unidos concerniente a la agenda LGBT representa la lógica de la auto-destrucción y la instigación de la oposición de más pueblos y países. En los últimos 5 años en particular, hubo cambios importantes en la agenda gubernamental en el tratamiento de la agenda LGBT.

En 2011, Hilary Clinton declaró que los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) son una prioridad y Obama estableció el “Fondo de Igualdad Global” para dar dinero a los activistas que combatan las restricciones tales como requerir a las personas que identifiquen su sexo biológico en los pasaportes.

Desde 2012, los EEUU han dedicado casi 41 millones de dólares específicamente para promover los temas LGBT a escala global, sin incluir los recursos gastados de los funcionarios que están obligados a integrar los temas LGBT a través del trabajo gubernamental.

El memorando presidencial detalló la integración del aborto y los derechos homosexuales a través de medios diplomáticos entre 20 agencias del gobierno, desde la agricultura hasta los cuerpos de paz, coordinados por el Asesor de Seguridad Nacional.

Una hoja informativa del Departamento de Estado enlistó sus "esfuerzos expandidos significativamente" para promover los derechos LGBT a través de un "compromiso privado con los gobiernos y la sociedad civil, la diplomacia pública, la asistencia extranjera, y el trabajo en los foros multilaterales". La dirección del Departamento de Estado está "continuamente participando, tanto en privado como públicamente, en nombre de los refugiados LGBT y solicitantes de asilo”.

Desde 2009, la financiación de EE.UU. ha fluido a los grupos pro-aborto como la Federación Internacional de Planificación (Planned Parenthood) y Marie Stopes International. El UNFPA, un socio de la agencia China que aplica su política de aborto, ha recibido más de 230 millones de dólares.

En la Nochebuena de 2014, el gobierno publicó nuevas reglas que exigien que las organizaciones benéficas basadas en la fe, proporcionen abortos para los niños refugiados con el fin de ser elegibles para fondos federales. También exigen a los proveedores que instruyan a su personal en la identificación "LGBTQI" de los niños "transgénero e intersexuales".

Los Estados Unidos son ahora los campeones en la promoción de las demandas LGBT dentro de las Naciones Unidas y están estableciendo más programas para los próximos años que violan de forma automática los derechos soberanos de los otros miembros de la ONU que no apoyan y/o niegan el culto de la sodomía.

Mientras que la Casa Blanca está tratando de poner en práctica iniciativas aún más extrañas, ha crecido la oposición de los diferentes estados a dicha política LGBT. Por desgracia, como en los casos a favor del aborto, los estados están restringidos en sus acciones cuando se trata de proteger los intereses de las familias heterosexuales y la preservación de las normas sociales.

El miércoles, el Departamento de Justicia de EE.UU., dijo que la ley de Carolina del Norte que limita la "protección" otorgada a las personas LGBT, viola las protecciones federales de derechos civiles y por lo tanto no se puede cumplir. El estado ha sido notificado de que está en peligro de ser demandado y de perder cientos de millones de dólares en fondos federales.

La ley, que también exige que las personas trans utilicen los baños públicos conforme al sexo de sus certificados de nacimiento, lo que ha sido ampliamente condenado por grupos de derechos de los homosexuales, empresas y artistas, algunos de los cuales han trasladado las oficinas o han cancelado espectáculos en el estado. Sin embargo, varios otros estados han propuesto leyes similares que limitan las concesiones LGBT en los últimos meses.

En una carta al gobernador Pat McCrory, el Departamento de Justicia declaró que las autoridades federales consideran la ley del Estado como una violación de la protección federal garantizada por la ley de derechos civiles que prohíbe la discriminación laboral por razón de sexo. La carta afirmaba que las disposiciones de la legislación del Estado dirigida a los empleados del Estado transgénero viola su derecho a la protección contra la discriminación.

"El Estado está participando en un patrón o práctica de discriminación contra los empleados del estado transgénero y tanto usted, en su carácter oficial, y el estado están participando en un patrón o práctica de resistencia" en contra de sus derechos, dice la carta.

Los sodomitas también se reunieron frente al Museo de Historia de Carolina del Norte cuando el gobernador Pat McCrory habló sobre el Proyecto de Ley durante una conferencia de los asuntos de gobierno en Raleigh, Carolina del Norte, el 4 de mayo de 2016.

El movimiento pro-vida estadounidense ha seguido oponiéndose firmemente esas desviaciones de Derechos Humanos representados por la legislación pro-LGBT que se ha implementado como parte de una agenda más amplia de Obama en la política interior y exterior.

Es sintomático que los medios occidentales cubren febrilmente las historias LGBT como temas relativos a la libertad y las libertades.

Hace dos días, Good Morning America cubrió cómo una mujer trans en la ciudad de Nueva York fue atacada por una mujer heterosexual. La persona transgénero, que afirma llamarse “Pearl Love”, dijo a los medios que una mujer "me persiguió alrededor del vagón de tren y me golpeó, y antes de salir del tren, lanzó todas las cosas de mi bolsa al suelo". Love añadió que un hombre la ayudó a recoger sus artículos dispersos pero aparte de eso, nadie vino a ayudarme cuando estaba siendo atacada".

Es interesante observar que los medios de comunicación estadounidenses optaron por esta historia, y no otras formas de violencia que pueden ser descritos como violencia política o la presión autoritaria.

En los Estados Unidos, los debates ya han comenzado sobre la posibilidad de revertir la política pro-LGBT en el nivel de la Casa Blanca, Barack Obama, cuando se marche. Mientras tanto, la lucha política continúa. Sin embargo, lo que está en juego no es sólo el derecho de elección, sino profundas preguntas de antropología y de metafísica.