Nueva guerra armenio-azerí: ¿Cui bono?

05.04.2016

La lucha a gran escala ha empezado en Nagorno Karabaj con el ejército azerí iniciando una ofensiva en la noche del 2 de abril a lo largo de toda la línea de contacto con las fuerzas armadas de Armenia y de la república de Nagorno-Karabaj. Los combates cesaron después del día de lucha, pero pueden reanudarse en cualquier momento. Artillería, aviación y tanques fueron usados, con ambos lados acusándose mutuamente por la escalada del conflicto, pero las características del ataque azerí indican una operación previamente planeada. El antiguo conflicto entre los dos pueblos de la región: Armenios cristianos y Azeríes musulmanes, emparentados con los turcos, estalló con renovado vigor.

¿Por qué Armenia no está interesada en el conflicto?

La reanudación del conflicto de Nagorno Karabaj es más peligroso para Armenia, que estaba previamente bastante satisfecha con el statu quo. El conflicto de finales de los 1980 y principios de los 1990 resultó favorable para Armenia. Armenia podría mantener el conflicto congelado por tiempo indefinido si lo necesitara. De hecho, el territorio ha estado bajo control armenio.

Armenia no tiene razones para provocar a Azerbaiyán; tras la derrota en Nagorno Karabaj en los 1990, Azerbaiyán, ha fortalecido y modernizado considerablemente su ejército. El dinero de la venta de petróleo y gas ayudó a cumplir esta misión, sin embargo, Armenia no posee estos recursos. En términos de tamaño de ejército, incluyendo reservistas, el número de personas, el potencial económico de Azerbaiyán supera al combinado de Armenia y la república de Nagorno Karabaj. Esto significa que la guerra es arriesgada para el lado armenio. Además, Armenia será forzada a aceptar a miles de refugiados (Azerbaiyán no toma a ninguno, porque ningún azerí abandonaría Nagorno Karabaj), que se convertirán en una pesada carga para el sistema social del país.

Los peligros para Azerbaiyán

Para Azerbaiyán, la situación geopolítica actual no es la más favorable para el principio de la guerra, debido a las relaciones de alianza entre Rusia y Armenia. La única cosa que Azerbaiyán puede esperar es que Rusia no interfiera en el conflicto si la lucha no va más allá de las fronteras de Nagorno Karabaj. En el caso de un conflicto con Rusia, Azerbaiyán está condenada a ser derrotada como Georgia en 2008. Pero el riesgo de que el conflicto se vuelva una guerra regional total es muy alto.

¿Por qué la guerra está contra los intereses de Rusia?

Entre los mayores jugadores geopolíticos, la reanudación del conflicto es lo más perjudicial para Rusia. Rusia es el garante de la paz en el Cáucaso sur y el aliado de Armenia en la OTSC. En el caso de guerra entre Armenia y Azerbaiyán, Rusia debe ayudar a Armenia si lo solicita. Sin embargo, en años recientes, Rusia ha estado manteniendo buenas relaciones con Armenia, y se aproximó a Azerbaiyán en tal alcance que Rusia empezó a suministrar armas a los Azeríes. La guerra significa el colapso de la vieja arquitectura de las relaciones internacionales, que Rusia ha estado construyendo meticulosamente en la región.

En el territorio de Armenia, se localizan bases militares rusas. En el caso de una intensificación de la guerra, Rusia puede verse involucrada en ella, lo que tampoco está en los intereses de este país que ya está ocupado por la guerra en Siria y el conflicto en Ucrania. Al menos Rusia estará forzada a terminar una política activa en Siria.

Los peligros para Turquía

Turquía, como jugador regional puede ser capaz de obtener algún beneficio del conflicto en su oriente. Primero de todo, forzaría a Rusia para reducir su atención en el tema sirio, lo que fortalecería la propia posición de Turquía en este asunto. Además, Azerbaiyán empezando la guerra, socavó sus propias relaciones con Rusia, lo que significa que no tendrá elección, sin tener en cuenta el resultado de la guerra, excepto cálidos lazos con Turquía. Es significativo que el anterior ministro de asuntos exteriores de Turquía, Cavusoglu, dijo que su país apoyaría la “liberación de los territorios ocupados de Azerbaiyán”, esto es, la agresión contra Nagorno Karabaj.

Al mismo tiempo, si la guerra va más allá de las fronteras de Karabaj, esto supone riesgos para Turquía. Turquía tendrá que empezar a proporcionar asistencia importante a Azerbaiyán. Dada la guerra civil en las áreas kurdas de la misma Turquía, distraerá la atención turca de Siria.

¿Cuánto de beneficiosa es la guerra para los EEUU?

El único país que está interesado en descongelar el conflicto de Nagorno Karabaj, y en pasarlo a una guerra a escala total, que pueda arrastrar a Rusia así como a Turquía, son los Estados Unidos. Una vez que se vuelve claro que Rusia ha realizado la retirada de algunas tropas de Siria, y ayudó a otros para tomar Palmira, Estados Unidos incrementó los esfuerzos para eliminar a Rusia del juego. Un conflicto sangriento en la vecina proximidad a las fronteras rusas es la cosa que mejor encaja para este objetivo. Los EEUU también están interesados en el debilitamiento del papel de Turquía en el conflicto sirio. Esto da a los EEUU una oportunidad para hacer pleno uso del factor kurdo.

Si Rusia apoya a Armenia, los Estados Unidos finalmente serán capaces de conseguir el control de Azerbaiyán. Si Rusia no apoya a Armenia, será usado como argumento para la reorientación del país hacia los Estados Unidos. A diferencia de Turquía, los Estados Unidos interactúan con ambos lados del conflicto y en ningún caso serán perdedores.

Durante la invasión de Nagorno Karabaj, el presidente Azerí, Ilham Aliyev estaba en Washington. El dia anterior se reunió con el vicepresidente de los EEUU, Joe Biden. Él fue el último oficial de mayor rango que habló con Aliyev antes de que su ejército empezara la ofensiva. Durante la reunión, el presidente de Azerbaiyán hizo hincapié en que la posición de Barack Obama con respecto a la inadmisibilidad del statu quo en Nagorno Karabaj es importante.

Más tarde, Aliyev dijo que acoge positivamente la resolución pacífica del conflicto, pero sobre la base de la resolución de la integridad territorial de Azerbaiyán. El comportamiento de Aliyev testifica que el recibió apoyo de fuerzas extranjeras, principalmente de los Estados Unidos. Mucho antes, el 15 de marzo, hizo una visita a Ankara, donde este tema probablemente también fuera discutido.

Es significativo que los EEUU no estuvieran rápidos en condenar a Azerbaiyán por reanudar las hostilidades, ni hicieron influencia al presidente de este país contra semejante movimiento, que estaba en Washington en aquel momento. Así como por Turquía, el presidente de este país, Recep Tayyip Erdogan, expresó sus condolencias sobre las muertes de soldados azeríes. El ministro de defensa turco, Ismet Yilmaz, apoyó fuertemente la “posición justa” de Azerbaiyán. Objetivamente, la guerra podría trabajar contra los intereses de este poder también, pero el liderazgo turco actual ha probado repetidamente que puede ser conducido por los Estados Unidos contra los propios intereses reales de su país.