OCCIDENTE YA NO ES LO BASTANTE FUERTE NI CAPAZ DE OCUPARSE DEL ORDEN MUNDIAL
¡Merhba u s-Sibt t-tajjeb lil kulhadd!
Buenas tardes a todos, hoy es una fecha muy especial en nuestro calendario, estamos aquí para debatir, compartir opiniones y escucharnos unos a otros. Iré directamente al grano, porque el tiempo es oro.
Vivimos ya en un entorno multipolar. Pero nuestras normas y leyes actuales, creadas para servir a Occidente, basadas en normas nacionales occidentales adecuadas únicamente a la política occidental, no permitirán en modo alguno que nuestras naciones vivan en paz. Todos los aquí presentes hemos nacido en un mundo bipolar y hemos vivido en un mundo unipolar tras la desintegración de la Unión Soviética. Hemos visto y vivido guerras en todos los rincones del mundo: en Vietnam, en el Golfo, en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, en Libia, en Siria, en Yemen, en Ucrania y la lista continúa. Estas guerras se cobraron millones de vidas, crearon cerca de 40 millones de refugiados, hirieron y lesionaron tanto a soldados como a civiles, dejaron a muchos sin hogar y devastaron las economías.
Hoy leemos sobre la inseguridad alimentaria, la falta de agua potable en algunos países, además de la falta de educación y de ingresos estables.
¡Qué le hemos hecho a nuestro mundo! ¡Por qué no aprendimos las lecciones de la historia! Introduje mi discurso en mi lengua materna, el maltés. De los hechos históricos aprendí que si los patriotas rusos, a quienes rindo mi más profundo respeto, no hubieran sacrificado sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial, probablemente yo estaría hablando alemán. También respeto a mis antepasados malteses, que murieron durante la misma guerra junto con los demás europeos que hicieron todo lo que pudieron para satisfacer las necesidades de mi país. Esto es lo bonito de ganarse la historia, respetar el pasado y construir un futuro mejor.
En 1961 conseguimos enviar al primer hombre al espacio exterior y regresar a casa sano y salvo. Hoy, 62 años después, quizá no sea posible viajar a una ciudad del continente euroasiático. Cada día perdemos una parte de nuestra libertad, la inflación nos hace trabajar más y más horas, las familias acaban por no verse. Las vacaciones tienen que estar bien planificadas y calculadas o incluso ser inasequibles.
Ahora no basta con pensar en un mundo multipolar. Estamos aquí para empezar a trabajar en ello, para hacerlo realidad de una forma verdaderamente deseable que sea buena para todos, que sea beneficiosa para todas las naciones y, sobre todo, que respete la dignidad y la paz de todos los seres humanos. Una vez leí: "El mejor general es el que gana una guerra sin luchar". Mediante el diálogo se pueden alcanzar acuerdos que satisfagan a ambas partes, pero sólo si las dos partes aceptan sentarse y resolver la disputa.
Juntos dedicamos nuestras energías a crear un orden mundial mejor, basado en leyes internacionales estrictas elaboradas y acordadas por todos los polos. Las leyes occidentales están afectando gravemente no sólo al sur y al este, sino también al propio oeste. El efecto de las sanciones ha hecho la vida de los europeos más difícil y cara, mientras que los salarios siguen siendo los mismos.
La fantasía de que una superpotencia puede apoderarse de otra no debe ser soñada nunca por ningún dirigente. El artículo número cinco [artículo 5 del Tratado de Washington3] dice: "Un ataque contra uno se considera un ataque contra todos". Tengo una simple pregunta: y si hay un ataque a todos, ¿puede defenderse uno? ¿Y necesitamos ataques?
¿Por qué pensar siempre en negativo? Desde mi infancia, como católico, siempre he disfrutado escuchando atentamente al Papa impartir la bendición en maltés una vez al año, el Domingo de Pascua. Como líder de nuestra Iglesia, siempre proyecta un mensaje de amor y paz y, sobre todo, un mensaje de esperanza a los fieles. Y por eso le respetamos y confiamos en él.
La multipolaridad mejorará el equilibrio de la riqueza, aportará estabilidad económica, mejorará la política y así compartiremos mejores decisiones políticas, beneficiará a la ciencia y la tecnología junto con un Plan Maestro acordado mundialmente, que aborde el cambio climático y enriquezca los laboratorios para superar las pandemias, reinvertirá un fuerte equipo unido para la exploración espacial y otros programas científicos relacionados. Por último, pero no por ello menos importante, nos enseñará a respetar las diferentes culturas y religiones.
La frase "opongámonos" debe cambiar por "trabajemos juntos"; la palabra "guerra" debe cambiar por "respeto"; la palabra "desafío" debe cambiar por "ayuda".
Nuestro Occidente ya no es lo bastante fuerte ni capaz de ocuparse del orden mundial. El "Sur Global" antes definido por nosotros como "Tercer Mundo" no puede llamarse así. Todas las naciones necesitan la riqueza de esta región. Buscan vínculos económicos serios con países como China y Rusia. Los recursos, que yacen en el subsuelo, pertenecen a los pueblos nacidos en esa tierra. Para distribuir estos recursos tenemos que construir un sistema económico y financiero multipolar fuerte, que convenga a todos. Las leyes económicas y comerciales deben acordarse internacionalmente y no basarse en equivalentes nacionales. Deben satisfacer a todos los países y los beneficios deben repartirse de forma justa y equitativa. No podemos seguir rindiendo culto a una moneda, que puede crear turbulencias financieras en cualquier momento que lo decida.
Hoy estamos unidos bajo un mismo techo, la "Alianza Mundial Multipolar", y para que las cosas funcionen debemos tener dedicación y músculo. Teniendo en cuenta nuestros valores, principios e intereses, nuestro objetivo debe ser nada menos que alcanzar la libertad y la paz. El proceso ya ha comenzado y no puede detenerse. Vemos cambios todos los días y estos cambios permanecerán. No hay vuelta atrás. Un futuro multipolar es inevitable y somos nosotros quienes debemos empezar a dar forma a un mundo inclusivo.
Todos somos conscientes de los problemas que nos rodean, pero con una actitud positiva podemos superar los obstáculos. Hoy he tenido ocasión de mencionar algunos y estoy seguro de que juntos podremos encontrar soluciones. Las ideologías son importantes, pero hacer las cosas en un futuro próximo traerá el orden mundial y mayores oportunidades para todos.
¡BIENVENIDOS A LA ALIANZA MUNDIAL MULTIPOLAR!