El cierre de las misiones diplomáticas y la expulsión de los funcionarios se ha justificado porque en ambas ciudades estarían funcionando como centros de inteligencia de Rusia. Es interesante que hace unos días, la misma acusación fuera interpuesta contra empleados de las embajadas de Estados Unidos en las Filipinas. Sin embargo, con respecto a los Estados Unidos, este tipo de "trabajo extra" es muy frecuente.
Mientras, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha explicado su decisión debido a la supuesta intervención de Rusia en las elecciones de Estados Unidos a través de ataques cibernéticos y de hackers. Sin embargo, en ningún momento se ha considerado la cuestión, planteada por muchos políticos - entre ellos el presidente electo, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin - respecto a por qué no se juzgan los crímenes de Hillary Clinton revelados por los piratas informáticos.
De todos modos, no existe ninguna evidencia real de la participación de Moscú en los ataques cibernéticos, a parte de la inadecuada declaración de Obama respecto a que en Rusia no se hace nada sin la implicación personal de Putin. El Kremlin ha negado cualquier implicación.
De todos modos, de acuerdo con la doctrina de defensa estadounidense, para evitar las amenazas informáticas Washington puede utilizar métodos militares, lo que ha sido subrayado en varias ocasiones por diversos funcionarios de la Casa Blanca.
El hecho de que esto no haya sucedido con respecto a Rusia, muestra un desajuste entre el estado real de las cosas y la percepción que existe en la administración de Obama, que está perdiendo en todos los frentes.
Mientras tanto, en una reciente recepción con motivo del fin del año, Vladimir Putin dijo algo importante que, por supuesto, se escuchó en todo el mundo. "Nadie es capaz de crear tales problemas que Rusia no pueda superar", dijo el líder ruso, aludiendo al hecho de que después de la imposición de las sanciones y, en consecuencia, de la respuesta rusa a estas sanciones, la economía de Rusia se ha vuelto mucho más fuerte.
Además, los acontecimientos en Siria, que muchos analistas ven como una guerra de poder entre Washington y Moscú, mostraron la incapacidad de Obama para resolver problemas del mundo real y, de nuevo, fortalecieron la posición de Rusia en el ámbito internacional.