Según la Constitución, después del fallecimiento de Islam Karimov, el presidente de la Cámara del Parlamento, Nigmatilla Yuldashev, debería sustituir temporalmente al líder del pais. Sin embargo, el presidente del Senado dijo que rechazaba la sustitución.
Shavkat Mirziyayev es considerado como el sucesor del rumbo político de Karimov, y una de las figuras más conservadoras de la élite de Uzbekistán. Mirziyayev se centra en el desarrollo de las relaciones con Rusia y China. Hace dos días, tuvo una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin. Al mismo tiempo, su elección como jefe de Estado interino sugiere que las facciones pro-occidentales fueron derrotadas en la lucha por el poder.
Seguramente, Mirzijaev sera el futuro presidente de Uzbekistán. El hecho de que el poder no haya sido transferido a Yuldashev, que no es un jugador de gran potencia, significa que la lucha por el poder en Uzbekistán se ha terminado, y que Shavkat Mirziyayev salió ganador de esta lucha. Bajo su gobierno se mantendrá la naturaleza autoritaria del régimen. El rumbo hacia un mayor acercamiento a Rusia continuará. La estabilidad en Uzbekistán es de vital importancia para la seguridad del flanco sur de Eurasia.