En su discurso, Trump criticó duramente la política de Obama y Hillary Clinton, cuando era secretaria de Estado de Estados Unidos. Según él, la apresurada retirada de las tropas de Irak por parte de Obama, fortaleció aún mas al DAESH. Trump dijo que al igual que fue un error la invasión de Irak, también lo fue la apresurada retirada de las tropas estadounidenses del país, cuyo objetivo principal era obtener dividendos políticos para Obama.
Además, la política intervencionista en Libia y Siria, ha sumido a estos paises en el caos. Trump cree que Hillary Clinton tiene culpa personalmente en la creación de este caos. La política de cambio de regímenes e instauración de instituciones democráticas en los países del Oriente, al final no estaba justificada.
Donald Trump declaró al islamismo como el enemigo ideológico y político principal de los Estados Unidos. De hecho, la esencia de su propuesta implica el uso de mecanismos que fueron exitosamente probados durante la Guerra Fría. El punto clave de la nueva política exterior es una alianza con Rusia en la lucha contra el islamismo. Trump cree que los Estados Unidos deben cooperar con cualquier régimen para enfrentarse a esta amenaza.
El punto básico de la política interna es la restricción de la entrada de aquellos inmigrantes que proceden de los países islámicos. La entrada al territorio estadounidense debe ser suspendida para los ciudadanos de los países donde existan redes terroristas activas. Con respecto a los inmigrantes procedentes de otros paises, deben ser introducidas medidas especiales de control, incluyendo un examen ideológico, similar al que existía durante la Guerra Fría. Se propone deportar a aquellos inmigrantes que planteen serias dudas a las autoridades y estén promoviendo el Islam radical.
Es necesario hacer hincapié sobre el hecho de que Trump considera a Israel como el socio más importante en el Medio Oriente. Esto explica su retórica anti-iraní y la injustificada inclusión de Irán entre los países que apoyan el terrorismo.