Norbert Hofer fue el líder indiscutible de la carrera después de obtener el primer lugar en la primera ronda electoral. El resultado de las elecciones se ha decidido en el recuento de los votos recibidos por correo. Estamos hablando de los votos de aquellas personas que no pudieron, por las razones que sean, acudir a los centros de votación, así como los votos de los ciudadanos austriacos que viven en el extranjero. La dificultad objetiva de la verificación de las papeletas y la ligera ventaja obtenida por Van der Bellen, son motivo para sospechas razonables acerca de la falsificación de los resultados electorales. Las elecciones austriacas pusieron de manifiesto la falsedad de la democracia occidental, donde, en última instancia, no importa lo que los ciudadanos voten, sino la manera de contar los votos por parte de los representantes de las élites.
A favor de Van der Bell también estuvo el poder de los medios liberales de izquierda, que han desplegado una agresiva campaña para desprestigiar al candidato del Partido de la Libertad. El portavoz del partido fue acusado de fascismo y de expansionismo alemán. Además, los "verdes" forman parte de la clase política liberal de izquierda. Por lo tanto, tanto el partido de izquierda en el gobierno, los socialdemócratas y la derecha, el Partido Popular de Austria, apoyaron a Van der Bellen en contra del euroescéptico y soberanista Hofer. A favor de los oponentes del Partido de la Libertad de Austria estuvieron también los recursos administrativos.
Incluso las cifras oficiales muestran una la popularidad sin precedentes del Partido de la Libertad de Austria. En el contexto de una campaña de propaganda para demonizar a este partido, al menos la mitad de los austriacos votó a favor de el. Esto indica que los austriacos quieren los mismos cambios que son defendidos por el Partido de la Libertad: más soberanía, políticas anti-migratorias, la no participación de Estados Unidos en la asociación transatlántica, la amistad con Rusia, la defensa de los valores tradicionales.
Entre los resultados antidemocráticos de las elecciones austriacas se encuentra el hecho de que el nuevo presidente no va a tener en cuenta la posición de sus oponentes, es decir, la posición de la mayoría de la población que hizo su elección el domingo. Van der Bell ya ha declarado que en caso de victoria del Partido de la Libertad en las elecciones parlamentarias no le permitirá formar gobierno. El programa electoral de Van der Bell es opuesto al programa de Hofer: política de puertas abiertas a los refugiados, la promoción de la sodomía, la obediencia del pais a Bruselas y a los Estados Unidos. Y después de la victoria, Van der Bell no tiene la intención de cambiarla, a pesar del hecho de que la mayoría apoya la idea contraria. En esencia, esto significa un régimen de abierto totalitarismo liberal en Austria.
