Alexander Duguin fue detenido a las 18:25h, después de la llegada al aeropuerto de la ciudad de Tesalónica, por el control aeroportuario de pasaportes. De acuerdo con la policía, "a petición de Hungría se le negó la entrada en la Unión Europea". No se pudo obtener información inteligible sobre las razones de la negativa de los guardias de fronteras griegas.
Alexander Dugin, que también ocupa el cargo de redactor jefe del canal de televisión ortodoxa "Tsargrad", se dirigía al Monte Athos para cubrir informativamente la histórica visita del presidente ruso, Vladimir Putin y el Patriarca Kirill. Obviamente, el fracaso del planeado viaje o una modificación de su normativa, han sido los objetivos de las fuerzas interesadas en evitar un acercamiento de los países europeos (especialmente de Grecia) a la Federación Rusa. Sólo los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia están detrás de esto. Demostrar el rechazo al filósofo ortodoxo ruso no permitiéndole llegar hasta el Monte Athos, debería complicar las relaciones entre la UE y Grecia, por un lado, y Rusia por el otro, justo en el momento en que más y más voces en Europa están rechazando la política pro-estadounidense y anti-rusa, incluyendo las sanciones anti-rusas.
El incidente con Dugin es una provocación política deliberada. En la víspera del aniversario milenario de la presencia del monaquismo ruso en el Monte Athos, los Estados Unidos buscan enredar a los pueblos ortodoxos hermanos. Se puede esperar que se produzcan otras provocaciones contra Rusia. Sin embargo, para los atlantistas todavía no es posible enredar a los dos pueblos hermanos ortodoxos, unidos por una herencia bizantina común. Al final, los griegos tomaron la única decisión correcta y soberana, permitiendo al filósofo ruso ir al Monte Athos. La parte rusa también contribuyó en esta decisión.
Por supuesto, este incidente tiene una dimensión religiosa, así como todo lo relacionado con Athos. Sólo las personas obsesionadas con las influencias demoníacas pueden oponerse a la unidad de los pueblos ortodoxos, provocar la discordia y obstaculizar el diálogo sobre los profundos temas teológicos y filosóficos. Una vez más se ha demostrado la posesión demoníaca del liderazgo de los Estados Unidos.
