Rodrigo Duterte ha sido elegido como alcalde de Davao 7 veces desde 1988. Se las arregló para convertir la antigua capital del crimen de Filipinas en una ciudad relativamente segura. El alcalde fue acusado en repetidas ocasiones por las organizaciones occidentales de derechos humanos de crear "escuadrones de la muerte" que se dedicaban a la eliminación física de los miembros de los grupos del crimen organizado en Davao. El mismo Duterte ha pedido repetidamente la muerte de los criminales. Sus rígidos métodos para restaurar el orden en el país hicieron a Duterte uno de los políticos más populares.
Rodrigo Duterte es partidario de la federalización de Filipinas. Abogó por la reactivación de la industria siderúrgica del país y la inversión en otros sectores con el fin de resolver uno de los problemas principales de la nación isleña: el desempleo.
Bajo su liderazgo se adoptaron leyes municipales contra de la discriminación hacia los musulmanes, los representantes de los pequeños grupos étnicos y las mujeres. Al mismo tiempo, Duterte fue duramente criticado por bromear acerca de la violación y asesinato en la ciudad de una misionera australiana. Además, el candidato apoya la lucha por los "derechos" de los sodomitas.
En política exterior, Duterte adopta una posición más equilibrada en cuanto a las relaciones con China. Duterte abogó por una política de negociaciones bilaterales sobre las zonas en disputa en el Mar del Sur de China (sin los Estados Unidos y otros países que reclaman las Islas Spratly). Además, apoya la idea de utilizar conjuntamente con China las zonas marítimas en disputa. El político dijo que si China comienza a invertir directamente en las Filipinas, Manila puede olvidar por un tiempo sus reivindicaciones sobre el Mar del Sur de China.
A su vez, Duterte adopta una postura más crítica en relación a la política de los Estados Unidos. En particular, exige una revisión del acuerdo concluido en 2014 sobre las tropas extranjeras y del acuerdo ampliado en la cooperación defensiva, que le da a los EEUU el derecho a construir nuevas bases en las Filipinas, alargando la duración de la estancia de las tropas estadounidenses y la exención de las tropas estadounidenses de la jurisdicción de los tribunales de Filipinas, en caso de un crimen cometido en las islas.
Desde el siglo pasado, Filipinas es un bastión clave en el Pacífico para los Estados Unidos. Ahora son particularmente importantes en el contexto del conflicto de Estados Unidos con China en el Mar del Sur de China. El nuevo presidente podría cambiar significativamente el equilibrio de fuerzas en la región a favor de China. Lo más probable es que Washington, en el caso de una victoria de Duterte, comience a utilizar la presión económica y diplomática, y posiblemente las sanciones, con el fin de meter de nuevo al país en su esfera de influencia.