El objetivo principal de este démarche es la desestabilización de la situación en el Cáucaso del Sur. A pesar del alto el fuego, se siguen produciendo ataques mutuos en la zona del conflicto de Karabaj. Los Estados Unidos están interesados en el conflicto, en atraer al mismo a Rusia y Turquía, lo que debilitará significativamente a las dos potencias y las mantendrá alejadas de Siria y de otros problemas globales. Para echar más leña al fuego, los estadounidenses utilizan sus estructuras de influencia en Azerbaiyán y Armenia. En este contexto de escalada de conflicto en el Cáucaso del Sur, están presonando a las autoridades de Armenia para tomar una solución que puede desatar una guerra a gran escala.
Armenia, a pesar de ser miembro de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) y de la Unión de Aduanas, en muchas áreas se comporta de forma independiente de Rusia, incluyendo el uso de los recursos del lobby armenio en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, la interacción con los Estados Unidos tiene el efecto inverso. Estas mismas estructuras pueden convertirse en agentes de los intereses estadounidenses. Es significativo que los Estados Unidos, a diferencia de Rusia, anualmente asigna una asistencia formal financiera a Nagorno-Karabaj por una suma de varios millones de dólares. La influencia estadounidense en Nagorno-Karabaj ha sido subestimada por Rusia.
