Turquía trata de acercarse a Israel

La historia de las relaciones

Antes de la llegada de Recep Tayyip Erdogan al poder, Turquía e Israel eran considerados como los principales aliados en la región. Erdogan, primero como primer ministro y después como presidente de Turquía, comenzó a aplicar una política de islamización del país. Esto se reflejó en la política exterior. Turquía trató de usar el factor islámico para fortalecer la región. La interacción de Turquía con la resistencia islámica palestina llevó a un deterioro de las relaciones con Israel. En 2010, después de que comandos israelíes tomaran el ferry turco "Mavi Marmara" con destino a Gaza, bloqueada por Israel, se congelaron las relaciones entre los dos países.

¿Para qué necesita Turquía a Israel?

Ahora, Erdogan está ansioso por volver al viejo formato de las relaciones. Para ello, Turquía expresó en diciembre de 2015 su disposición para influir en los líderes de Hamás, para que moderaran su actividad. La razón de tal comportamiento de Turquía está en el conflicto con Rusia y en la dura postura de Estados Unidos sobre los kurdos sirios. Los estadounidenses tienden a utilizar el factor kurdo para asegurar su posición en la región, amenazando a la propia Turquía con tener que afrontar los problemas separatistas. Israel es importante como fuerte poder político y militar de la región y como una posible fuente de hidrocarburos. Los yacimientos de petróleo y gas de Israel y Chipre pueden compensar lo que no llegará a Turquía a través del proyecto del “Turkish Stream”, congelado por parte rusa.

¿ Qué necesita Israel a Turquía?

Sin embargo, esta política no augura ninguna perspectiva para Turquía. Israel está interesado en la normalización de las relaciones con el país, pero no a expensas de las relaciones con Rusia. Por otra parte, Israel, al igual que Estados Unidos, apoya a los kurdos sirios, y espera utilizar el factor kurdo a su favor. Las formaciones seculares kurdas pro-israelíes y las futuras formaciones gubernamentales serán capaces de equilibrar la masa islamista anti-israelí del Medio Oriente. Además, Turquía se opone a los actuales líderes de Egipto, que derrocaron en 2013 a los "Hermanos Musulmanes" pro-turcos. Israel, por el contrario, apoya al presidente Al Sisi. Turquía no es el único país donde Israel y Chipre pueden exportar los hidrocarburos. El socio más probable sería Grecia, que también es anti-turca. El apoyo de Turquía no le traerá nada y no está entre los intereses de Israel. Para restaurar su asociación con Israel, Turquía debería abandonar el rumbo islamista y permitir a los Estados Unidos y al estado sionista dedicarse a los kurdos. Israel está interesado en otra Turquía, más débil y flexible, y con otro presidente no islamista.

Las dos estrategias

Pero Erdogan no renuncia a esta estrategia inútil. El 1 de abril, en Estados Unidos, el presidente turco trató incluso de negociar con los líderes de la comunidad judía estadounidense para que influyan sobre los Estados Unidos e Israel, pero fue recibido con frialdad. El aislamiento internacional de Turquía es una consecuencia del colapso de la política neo otomana. Su continuación puede provocar un sobrecalentamiento del país y la caída del régimen de Erdogan. Turquía solo tiene dos opciones: o hacer  concesiones a los Estados Unidos e Israel, y transformándose en su instrumento de influencia en el Medio Oriente, rechazar la política islámica  y retornar al antiguo papel de satélite atlantista, o la estrategia eurasiática de asociación con Rusia, que tradicionalmente deja mucha libertad de acción a sus aliados.