El Estado Islámico sigue intentando desesperada mente vender petróleo robado a Turquía y a la vez aprovisionarse con armas y suministros, pero la aviación Rusa ni en Navidad descansa y no deja respirar a los terroristas.
En las últimas semanas los camiones cisterna en los que el Estado Islámico transporta petróleo solo se desplazan de noche y en pequeñas columnas, no en grandes convoyes como anteriormente. Los ataques de la Fuerza Aérea rusa y la actual cautela con la que se realiza el contrabando han supuesto una reducción considerable de los ingresos del grupo terrorista y restringen la maniobrabilidad de los grupos armados.
Un experto consultado por el periódico 'Vzgliad', el vicedirector del Instituto de Energía Nacional Alexánder Frolov, estimó que la cantidad de petróleo transportado ilegalmente y las ganancias de los traficantes actualmente "se han dividido por veinte".
"Un camión cisterna contiene aproximadamente 75 barriles de crudo", calcula el ingeniero. "Si multiplicamos la cantidad de petróleo que transportan decenas de camiones por, digamos, 25 dólares, podemos calcular aproximadamente los beneficios que obtienen". "En comparación con el flujo anterior, con la cantidad de cisternas que se transportaban antes —muchas de ellas destruidas en las últimas semanas—, actualmente la cantidad de petróleo y de dinero se ha dividido aproximadamente por veinte", concluyó.
La información sobre la destrucción de unos 2.000 camiones cisterna por la Fuerza Aérea rusa en Siria fue difundida este viernes por un portavoz del Estado Mayor General de Rusia. El teniente general Serguéi Rudskói aseguró que los incesantes ataques de los aviones rusos obligan a los extremistas a transportar el petróleo a Turquía a través de nuevas rutas y solo en horas nocturnas, ocultando las cisternas dentro de camiones de carga ordinarios.
La información verbal y mapeada fue confirmada por varios vídeos grabados por vehículos aéreos no tripulados. En ellos se aprecian las columnas de camiones que llevan el crudo desde las regiones controladas por el EI hasta la frontera con Turquía y luego hacia las refinerías y plantas químicas situadas en territorio turco. El volumen de tráfico de camiones es tal que incluso se forman atascos en algunos tramos de las carreteras.