"La OTAN y Rusia no estarían luchando contra un enemigo común", señalaron diplomáticos de la Alianza, haciendo referencia a los diferentes grupos armados que también luchan contra el Gobierno sirio con el apoyo de EE.UU.
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, en sus presiones a la Alianza del Atlántico Norte ha tratado de distinguir entre la guerra civil siria y la lucha contra el Estado Islámico, asegurando que la campaña antiterrorista continuará independientemente y ha exigido a sus aliados intensificar sus esfuerzos.
En este sentido, la semana pasada la Organización del Tratado del Atlántico Norte aprobó el envío de aviones-radares AWACS a Siria para cubrir las necesidades de la coalición internacional.
Anteriormente, Rusia ya había advertido que una posible implicación de la OTAN en Siria solo complicaría la lucha contra el terrorismo en ese país árabe.
"La Alianza está diseñada para hacer frente a los problemas clásicos: prepararse para la guerra. Pero la lucha contra el terrorismo requiere el uso de otros instrumentos que la organización no tiene", dijo el representante permanente ruso ante la OTAN, Alexánder Grushkó.