Anteriormente, la iniciativa de crear zonas de seguridad y zonas de no bombardeo, fue traída por Turquía y los Estados Unidos, en particular por el Presidente Donald Trump, argueyendo que era necesario proteger a los civiles de los terroristas en áreas. De facto, la puesta en práctica de estos proyectos legitimaría unilateralmente la presencia militar de los Estados Unidos y Turquía en Siria y autorizaría una operación militar para derrocar a Bashar Assad so capa de la creación de zonas de seguridad y de zonas de no bombardeo. Un proceso similar fue conducido por los países de la OTAN bajo el mismo pretexto para derrotar a las tropas de Muammar Gaddafi En Libia. El ataque de misiles de los EEUU contra Siria el 7 de abril no puede ser entendido adecuadamente, sin la discusión anterior sobre la necesidad de introducir unilateralmente zonas de no bombardeo en Siria, que ha continuado después de la investidura del presidente norteamericano. La iniciativa rusa apunta claramente a tomar la iniciativa a los países Occidentales y a prevenir un escenario que conduzca a la perspectiva de un choque entre Rusia y los Estados Unidos o, si se produce, demostraría la derrota de Rusia y conduciría a la pérdida de todos los beneficios de la campaña siria, tanto materiales como simbólicos.
Por lo tanto, creando zonas de deescalada, Rusia evita aislarse, trata de tomar la iniciativa, alinea a Turquía a su lado, mantiene el triángulo Moscú-Ankara-Teherán como el centro de toma de decisiones principal para Siria, margina la influencia de las monarquías árabes de Golfo Pérsico, en la medida de lo posible, y ayuda al Presidente Trump para declarar un éxito en Siria y la puesta en práctica de "su plan", mientras no pierde nada. De facto, teniendo en cuenta las condiciones puestas por el presidente ruso - los garantes de la seguridad en las zonas creadas son Rusia, Irán y Turquía, como el derecho para cada uno de los tres países para enviar un contingente militar allí, como Vladimir Putin dijo también durante una rueda de prensa conjunta con Erdogan, las zonas creadas de facto deberían asegurar la presencia legalmente militar de Rusia, Turquía e Irán en la región y las correspondientes zonas de influencia. Ante todo, esto concierne a Turquía y la zona en la provincia de Idlib, que directamente linda con sus fronteras. Rusia e Irán, a su vez, esperan que la estabilización relativa en el área de zonas de seguridad ayudará a redistribuir fuerzas en favor de una ofensiva hacia Racca y Deir ez Zor.
La creación de una zona de desescalada puede ser interpretada como la decisión de Rusia de seguir el camino que los propios Estados han propuesto. Los EEUU ganan la reorientación de las fuerzas de Rusia, Irán y Damasco hacia el ISIS, que Trump todavía considera ser la prioridad principal de su política en Oriente Medio. Tal acercamiento es pragmático porque esto nos permite comenzar a realizar los puntos del programa electoral para combatir ISIS, algo que es imposible sin Damasco y Moscú, y por otro lado, dirige esta lucha sin ningún acuerdo con Moscú que pudiera irritar al establishment republicano. Además, tal acercamiento permite no estar implicado ahora en la confrontación con Rusia sobre razones humanitarias, pero en caso del fracaso, permite culpar a Rusia e Irán por todo como garantes del proceso de paz de Astaná.
Al mismo tiempo, las monarquías de Golfo Pérsico permanecen fuera del marco de todos los acuerdos. Esto puede interrumpir el acuerdo por influencia de la oposición siria. Indirectamente, esto ya se ha manifestado. Algunos opositores rechazaron las ofertas de la "troika" ruso-turco-iraní. Además, es probable que los EEUU esperen concesiones más serias.
Otro factor de inestabilidad es Israel. El estado judío está preocupado por la posibilidad de la aparición de observadores iraníes y turcos en la región de la frontera sirio-israelí en una de las zonas de desescalada en Guta del sur. También, la transformación del este de Damasco en una de tales zonas, en la opinión de expertos israelíes, puede hacer más difícil los regulares ataques aéreos contra la capital siria y las fuerzas de Hezbollah presentes allí. Muy probablemente, el lobby israelí en EEUU hará todo lo posible para frustrar o cambiar los acuerdos existentes.