El primer ministro húngaro, Viktor Orban, es conocido por su moderada posición anti-liberal y ha sido crítico con las sanciones de Estados Unidos y de la UE impuestas a Rusia. En el discurso anual de la nación, ha criticado fuertemente la política migratoria europea.
Dijo: "Dejaremos entrar a verdaderos refugiados: alemanes, holandeses, franceses e italianos, políticos aterrorizados y periodistas que aquí en Hungría quieren encontrar la Europa que han perdido en sus patrias".
También acusó al multimillonario George Soros de socavar la democracia húngara: "Aquí hay grandes depredadores nadando en el agua, y este es el imperio transnacional de George Soros".
Los húngaros son históricamente eurasiáticos, aborígenes asiáticos que emigraron a Europa. Rusia y Hungría, a lo largo de su historia, han mantenido relaciones cercanas y amistosas basadas en valores compartidos. Hungría es también el único estado en Europa cuya constitución menciona la creencia en Dios.
Hungría es también conocida por su posición euroescéptica y su confrontación con la dictadura de Bruselas.
Hungría es uno de los lugares de paso en el camino para los inmigrantes que se trasladan a Alemania. Para estos colonos, es un punto de destino deseado en el camino a Berlín, quien proporciona beneficios sociales, beneficios en la vivienda y otros beneficios para los trabajadores. Varios países, sobre todo los de Europa del Este, no muestran la misma hospitalidad. Las autoridades locales, con el pleno apoyo de la población, se oponen a la afluencia de inmigrantes, que consideran una amenaza para la seguridad nacional y un empeoramiento del proceso de erosión de la identidad europea.
Hungría se opone a la afluencia de refugiados e inmigrantes ilegales y está construyendo un muro en sus fronteras.