Esta declaración se produjo en medio de un fuerte deterioro de las relaciones bilaterales y de las fundamentalmente diferentes posiciones sobre Siria. El ejército de Estados Unidos y algunos políticos, como el senador McCain, difundieron en la víspera información sobre la preparación de ataques contra las fuerzas sirias y rusas.
El mayor general Igor Konashenkov dijo que el "radio de acción de los sistemas de defensa antiaérea rusa, el S-300 y S-400, puede ser una sorpresa para cualquier objeto no identificado". También dio a entender que el ejército ruso no va a clasificar la trayectoria de los objetos, ni tampoco su pertenencia, que pueden ser aeronaves pertenecientes a los Estados Unidos y sus socios de la OTAN.
Es posible que esta declaración sea un preludio a un cierre completo del espacio aéreo sirio. De acuerdo con la información de Katehon, el gobierno sirio está a favor de crear una zona de exclusión aérea bajo el control conjunto de Rusia y Siria. Si se lleva a cabo este paso, entonces, la logística estadounidense fallará y las fuerzas especiales de Estados Unidos, que se encuentran ilegalmente en territorio sirio, así como los instructores del Pentágono y de la CIA que están ayudando a los terroristas, se van a encontrar frente unas condiciones extremadamente desagradables que impedirían su evacuación.