Estas negociaciones son las primeras desde el mes de noviembre del año 2015, cuando el ejército turco, vinculado con la organización terrorista de Gülen, destruyo un avión ruso. Es significativo que las conversaciones militares se reanudaran de inmediato a un alto nivel, algo que ha sido muy inesperado.
Se ha informado que en la reunión se trataron temas del futuro desarrollo de las operaciones en Siria. Los equipos rusos y turcos confirmaron "una mayor cooperación bilateral entre los Ministerios de Defensa", según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Recordemos que el día anterior, Turquía abandonó la transacción prevista para avanzar en el territorio de Siria después de que Rusia emitió unas declaraciones en las que Moscú expresaba su preocupación por la situación. El documento, emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, dice que las autoridades rusas "prestan atención al hecho de que estas acciones se llevan a cabo sin el consentimiento de las autoridades legítimas de Siria y sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU".
Además, Rusia instó a Ankara a abstenerse de esta operación: "Hacemos un llamamiento a Ankara para que ponga los objetivos de establecimiento de la paz en Siria por encima de los objetivos a corto plazo con fines militares y tácticos, y que se abstenga de adoptar cualquier medida que pueda conducir a una mayor desestabilización de la situación en la República Árabe Siria".
El representante del Presidente de Turquía, Ibrahim Kalin, declaró la negativa a apoyar la ofensiva de Estados Unidos, explicando esta decisión como una respuesta al apoyo estadounidense a las formaciones kurdas. "¿Cuál debería ser la respuesta de Turquía, si Estados Unidos nos impulsa a luchar contra DAESH, junto con el Partido kurdo de Unión Democrática", dijo, para continuar afirmando que, "por el momento no tenemos un plan militar para Raqqa". Sin embargo, lo más probable, es que Turquía no se atreverá a volver a estropear las relaciones con Rusia.