Para que Dima Rousseff no vuelva a ejercer sus funciones, la oposición debería empezar con 54 votos de un total de 81. Hay una posibilidad de que la oposición brasileña tenga éxito, ya que los oponentes de Rousseff usan amplamente el soborno. Los liberales han tenido éxito en el colapso de la coalición en el poder, de la que seis de los partidos integrantes se pasaron a la oposición.
Dilma Rousseff es acusada de manipulación del presupuesto, así como de estar implicada en transacciones no transparentes de la empresa estatal de energía «Petrobras». Acusaciones similares fueron presentadas contra el ex presidente del país, Inácio Lula da Silva.
Durante el impeachment, la función de la presidencia interina esejercida por el masón Michel Temer. Sin embargo, contra el también hay pruebas de corrupción y abuso de poder. Además, es poco probable que Temer sea capaz de formar una coalición gobernante. La polarización aguda afectará no sólo al poder legislativo, sino también a otras instituciones de gobierno y de la sociedad en su conjunto.
De todo esto se benefician los Estados Unidos y los neoliberales que desean establecer un control sobre Brasil, un pais que posee un gran potencial geopolitico y es rico en recursos naturales.
La membresía en el bloque BRICS será más bien formal, el rumbo hacia la multipolaridad cambiará, y Washington comenzará a asignar a sus marionetas. Además, estas perturbaciones afectaran la adhesión de Brasil a los bloques regionales, tales como CELAC, Mercosur, Unasur.