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La situación en la frontera de Grecia con Macedonia es grave. Macedonia, así como Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria han introducido en su frontera el control de pasaportes a los refugiados que se dirigen a Europa a través del territorio de estos países. Como resultado, en un país que está devastado por las políticas depredadoras de la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional de los Rothschild, se han acumulado miles de migrantes que quieren ir a los países europeos ricos.
La mayoría de los refugiados llega en Grecia a través de Turquía. Este país está usando a los refugiados deliberadamente como un factor de presión sobre la UE para obtener preferencias en sus relaciones con la Europa unida. Según nuestras informaciones,la parte turca presiona deliberadamente a los refugiados de Siria y otros países de Oriente Medio, apoyando su asalto a Europa.
La Unión Europea prometió invertir varios miles de millones de dólares para hacer frente a los problemas de los migrantes, pero hasta ahora retrasa la asignación de los recursos prometidos. Recientemente, la canciller alemana, Angela Merkel, visitó Turquía, país que prometió aceptar en la Unión Europea, una vez que se resuelva la crisis migratoria.
Anteriormente, Donald Tusk viajó Austria, Croacia y Macedonia, donde instó a los dirigentes de los gobiernos de estos países a abrir sus fronteras a los inmigrantes para que pudieran entrar en la UE. Hay que destacar la posición principal del gobierno de Austria, que se opuso firmemente a la admisión de una nueva ola de inmigrantes en la UE. Austria convenció a los países de los Balcanes para introducir controles fronterizos, lo que ha reducido el número de inmigrantes que se dirigen hacia el centro de Europa. El canciller austríaco, Werner Faymann dijo que Austria se opone al movimiento de refugiados desde las fronteras exteriores de la UE hacia la parte central de Europa. Esta política de desplazamiento de los refugiados debe ser detenida. Existe un paralelo histórico sorprendente: al igual que en los días de Eugenio de Saboya, Austria actúa como un escudo de Europa contra la invasión de los musulmanes,inspirado por Turquía.
El 4 de marzo, Donald Tusk se reunirá con el mando de la OTAN, con el fin de discutir los esfuerzos conjuntos contra los migrantes. Anteriormente, la UE y la OTAN acordaron cooperar en la lucha contra los traficantes ilegales de personas y en el control conjunto sobre el Mar Egeo. Turquía oficialmente no se opone, pero de vez en cuando se informa que las autoridades turcas se oponen al comienzo de la operación contra los movimientos de los migrantes.
Los liberales de la UE están entre la espada y la pared. Por un lado se adhieren a la ideología liberal de los derechos humanos, punto de vista desde el cual la identidad de los que llegan no es importante. Por otro lado, las masas de musulmanes no buscan asimilarse en la UE. El choque de valores entre los europeos y los "visitantes" lleva a recoger actos de agresión de los refugiados, que buscan hacer valer sus patrones de comportamiento, como ocurrió en Colonia en la noche de Año Nuevo. La gente occidental ha respondido con un aumento del sentimiento anti-inmigración en Europa y de la decepción ante las élites liberales. A la vanguardia están paridos tales como el "Frente Nacional" francés; el "Partido de la Libertad" de Austria; la italiana "Liga Norte" y la "Alternativa por Alemania" germana. Esta es la razón de la falta de coherencia de las acciones de las autoridades europeas. Por un lado están convencidos de abrir las fronteras para los migrantes, por otra parte, está tratando de convencer a la población europea de que están tomando algunas medidas para limitar su número. El verdadero precio de la entrada en la UE para Turquía, son los 78 millones de musulmanes.