Las protestas en Kazajstán comenzaron después de la publicación en los medios de comunicación de los informes sobre las modificaciones en las leyes sobre el suelo. La información se ha presentado de una manera tal que parece que el gobierno planea supuestamente una venta masiva de tierras kazajas a extranjeros. Más tarde, esta información fue desmentida. Sin embargo, las redes de inteligencia occidentales tuvieron la oportunidad de sacar a la gente a las calles y de organizar protestas en muchas grandes ciudades. Aktobe fue uno de los centros de las recientes protestas contra el gobierno.
A pesar del hecho de que los manifestantes apuntan a la naturaleza civil y pacífica de sus acciones, a menudo se distinguen por ser agresivos hacia las autoridades. Los islamistas radicales, que tienen vínculos muy estrechos con grupos prohibidos como el ISIS o Jabhat al-Nusra, desempeñan el papel principal en los enfrentamientos. Las protestas fracasaron porque las autoridades tomaron medidas adecuadas, y por esta razón los radicales empezaron forzar provocaciones. Es de destacar que la ciudad Aktobe, donde se han producido los ataques terroristas, se encuentra cerca de la frontera con Rusia. Por lo tanto, el factor del extremismo islámico se ha manifestado en otra área inmediatamente próxima a Rusia.
Como sucede a menudo, las redes occidentales están trabajando en conjunto con empresarios locales. Así, las agencias de inteligencia de Kazajstán acusaron al empresario Tokhtar Tuleshov, propietario del negocio de cerveza más grande del país, de planear un golpe de Estado. De acuerdo con los funcionarios de seguridad, su plan consiste desestabilizar la situación en el país a través de la creación de focos de tensión, protestas organizadas y disturbios. En este contexto, Tokhtar Tuleshov planeaba formar un denominado "gobierno alternativo" y cambiar la estructura del gobierno actual.