Israel ve como una amenaza a su seguridad nacional la aparición de las tropas de Hezbollah e iraníes en Siria, más que el fortalecimiento de los grupos terroristas sunitas o del llamado Estado Islámico. El estado sionista tampoco está satisfecho con la Siria unida de Assad, un poderoso rival geopolítico. Además, Israel teme que el ejército de Assad y Hezbollah puedan llegar hasta los Altos del Golán, ocupados por los sionistas. La comunidad internacional considera los Altos del Golán, donde recientemente fueron descubiertos grandes depósitos de hidrocarburos, como parte de Siria. Por todo ello, Israel presta ayuda militar a los grupos terroristas, y los alberga en su territorio.
Hezbolá es una de las principales fuerzas que luchan contra los terroristas en Siria. Este partido libanés se adhiere a la orientación geopolítica continentalista. Tanto en Siria como en Líbano, Hezbolá ha demostrado que es una de las pocas fuerzas, con la excepción del Damasco oficial, que protege los intereses no sólo de los musulmanes, sino también de los cristianos.