Malasia es un aliado tradicional de los Estados Unidos en la región. Las relaciones entre Malasia y China empeoraron desde el 2012. China entonces intensificó sus reivindicaciones sobre el control de la mayor parte del Mar del Sur de China. China reivindica el control sobre el archipiélago Spratly, que tiene importancia estratégica y crea una isla artificial para albergar infraestructura militar. Las alegaciones chinas disputan Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán.
A través del Mar del Sur de China pasa hasta el 25% del comercio mundial. A través de él pasa la ruta marítima más corta que conecta China, Malasia, Vietnam, Brunei, Tailandia, Taiwán, Camboya, Filipinas y el Océano Índico, conectado a India con el Medio Oriente, y a través del Canal de Suez con Europa.
Las alegaciones de China sobre las Islas Spratly sugieren una extensión de las aguas de la zona económica exclusiva y territorial a costa de todos los demás estados de la región, como lo demuestran los pescadores chinos que participan en este ataque masivo.
En el conflicto por el control del Mar del Sur de China, las ambiciones expansionistas de China se oponen a los Estados Unidos, Japón, Vietnam, Filipinas, Malasia, Taiwán y Brunei. Los Estados Unidos utilizaron la crisis para ampliar la cooperación militar con los enemigos de China, tratando de restablecer las relaciones con Vietnam.