Europa: muertos o entregados
12.06.2023
El hombre, al menos en Occidente, decae. Y con él, declina la moral y la belleza. El hombre es una delicada y frágil criatura. Dios la hizo por debajo del ángel, aunque con un alma inmortal. Esa inmortalidad, y todo cuanto se despliega por ella y hacia ella, consiste en su misma fuerza y dignidad. En cambio, su voluntad, es quebradiza y mutable. Con su nostalgia de la bestialidad, la recaída del hombre europeo en ser (mera) cosa, le pone en peligro cada día.