“La izquierda ha convertido a España en una nación avestruz que esconde la cabeza ante los dos grandes problemas que amenazan su existencia”
ENTREVISTA A Marcelo Gullo Omodeo por Carlos Javier Blanco
-Doctor Gullo Omodeo, díganos: el título de su último libro, “Madre Patria”, ¿a qué obedece?
El título del libro es en sí mismo una declaración de principio. Es decir que es la expresión de las creencias esenciales de Marcelo Gullo Omodeo como individuo, pero también es la expresión de las creencias esenciales que tuvo el pueblo argentino e hispanoamericano en su conjunto antes que la falsificación de la historia obnubilara la conciencia del pueblo. Todos los grandes líderes populares desde Juan Manuel de Rosas hasta Juan Domingo Perón pasando por Hipólito Yrigoyen amaron a España y la consideraron como nuestra Madre Patria, mientras que los representantes de la oligarquía probritánica unos en voz baja, como Bartolomé Mitre, y otros a los gritos, como Domingo Faustino Sarmiento, odiaron a España. Por otra parte el título del libro se inspira en un tango de Carlos Gardel donde llama a España “Madre Patria querida de mi amor”. Ese era el sentimiento de la mayoría de la población argentina e hispanoamericana antes que el veneno “negrolegendario” a través de la propaganda cultural hecha por la “izquierda cipaya” -cuya expresión política más importante hoy en Argentina es el kirchnerismo- penetrara en el espíritu de la juventud.
¿Es España la Patria común de todos los hispanoamericanos, o una mera referencia a los orígenes, a las raíces?
Cómo no llamar a España Madre Patria si -como afirmaba el tres veces presidente constitucional de la Argentina Juan Domingo Perón- su obra civilizadora no tiene paragón en la historia de la humanidad y constituye un rosario de heroísmo, sacrificios y renunciamientos. “España levantó templos, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres, e hizo mucho más; fundió y confundió su sangre con América y signó a sus hijas con un sello que las hace, si bien distintas a la madre en su forma y apariencia, iguales a ella en su esencia y naturaleza.”. Esta frase de Perón lo dice todo. Fíjese usted que el mismísimo Fidel Castro, durante su visita a Galicia en 1992 evidentemente emocionado, en un rapto de sinceridad que le brotó del corazón, dijo “somos parte del alma de España”. Hasta el mítico comandante Che Guevara consideró a España como nuestra madre patria. La legendaria Evita no se cansó de repetir que nosotros los hispanoamericanos, independientemente del color de la piel, somos “….no solo hijos legítimos de los conquistadores, sino herederos directos de su gesta y de la llama de eternidad que ellos transportaron sobre los mares.” y esto es así porque España, afirma Eva Perón, “…nos dio su ser y nos legó su espiritualidad”.
-Vd. habla a menudo de “españoles de América” y “españoles de Europa”. Sin embargo, existen resistencias a esta forma de hablar. ¿Quién cree que se resiste más y por qué?
El mayor triunfo político de los enemigos históricos de España e Hispanoamérica -como fueron el imperialismo francés y el imperialismo anglosajón, conducido primero por Inglaterra y luego por los Estados Unidos- es que los hispanoamericanos no nos consideremos como españoles y que los españoles no sientan a los venezolanos, a los ecuatorianos o a los argentinos como verdaderos españoles. ¿Hay algún egipcio que no se considere árabe? ¿Hay algún sirio que no se considere árabe? ¿Hay algún tunecino que no se considere árabe? Desde Marruecos a Irak, pasando por Sudán y Arabia Saudita, independientemente del color de la piel y de los distintos orígenes étnicos, todos los que hablan árabe, se consideran árabes e integrantes de una gran nación árabe inconclusa, dividida artificialmente, en distintos estados. Reunificarla fue el sueño político del líder egipcio Gamal Abdel Nasser y del pensador sirio Michel Aflaq. Entonces, ¿por qué nosotros, los argentinos, los chilenos, los mexicanos… no nos consideramos españoles? Entonces, ¿por qué los españoles peninsulares no consideran a los ecuatorianos, a los uruguayos a los colombianos, independientemente del color de la piel y de los distintos orígenes étnicos, como españoles? Sencillamente porque nos hemos creído el relato elaborado por los propagadores a sueldo de la leyenda negra que fue la primera fake news de la historia y la obra más genial del marketing político británico. Entonces, como consecuencia de haber creído esa falsa historia de la conquista española de América los hispanoamericanos abominaron de España y los españoles renegaron de Hispanoamérica. Eva Perón gritó a los cuatro vientos que “la leyenda negra con la que la Reforma se ingenió en denigrar la empresa más grande y más noble que conocen los siglos, como fueron el descubrimiento y la conquista, sólo tuvo validez en el mercado de los tontos o de los interesados” y el problema es que se repartieron muchos privilegios y mucho dinero para que muchos interesados profesores, escritores y periodistas atontaran a muchos alumnos y lectores.
-Recientemente he podido consultar al profesor J. Barraycoa, presidente de Unidad Hispanista, por la continuidad entre los procesos independentistas americanos del siglo XIX y los separatismos peninsulares de hoy ¿Vd. cree que es un mismo proceso distendido a lo largo de tantas décadas, o simplemente una analogía? ¿Sigue teniendo enemigos la unidad de los hispanos?
Por simpatía política el “separatismo catalán” fomenta hoy, en Hispanoamérica, con el dinero de todos los contribuyentes españoles y contando con la simpatía del imperialismo internacional del dinero el “fundamentalismo indigenista fragmentador.” A los separatistas catalanes -impregnados del odio a España-, les encantaría por ejemplo, que en la selva ecuatoriana se pierda todo rastro del español, que en Perú, en la región de Cuzco se abandone el uso del español y se hable solo el quechua, que en Puno, se imponga el uso exclusivo del aimara y se olvide el español, que en el sur de Chile y en la Patagonia argentina, se imponga a sangre y fuego, el mapuche y se persiga a los hispanoparlantes. El nacionalismo separatista catalán y el indigenismo fundamentalista balcanizador, son hermanos gemelos pues, ambos, comparten un afán por borrar todo lo español con lo que sirven a los intereses de quienes quieren desconstruir España y fragmentar a las repúblicas hispanoamericanas
-Me parece a mí que si en América se ha extendido el mito indigenista, que añora un pasado de canibalismo atroz y de imperialismo azteca e inca de lo más cruel, algo análogo sufrimos aquí, en la Península, con el mito de al-Andalus. Se añora el imperio musulmán (emirato, califato) que esclavizaba, castraba, practicaba la pederastia y trataba a judíos y a cristianos como a seres de segunda categoría… La Leyenda Negra que Vd. analiza en “Madre Patria” ¿se complementa siempre con “Leyendas Rosas”?
Las crónicas árabes de la conquista de la antigua Mesopotamia cuentan que tan grande fue el baño de sangre provocado por los invasores musulmanes, que los ríos Éufrates y Tigris, se tiñeron de rojo. Para festejar la conquista de España, los musulmanes llevaron a Damasco, por la fuerza, treinta mil vírgenes españolas para tenerlas como esclavas sexuales. Para entender la magnitud de semejante secuestro -teniendo en cuenta que, muy posiblemente a comienzos del siglo VIII, en vísperas de la invasión musulmana, la población de la península ibérica no alcanzara ni siquiera el nivel de la población del inicio de la época romana- es preciso puntualizar que llevarse treinta mil mujeres españolas para someterlas a la esclavitud sexual en Siria sería equivalente hoy a arrancar de España a cuatro millones de mujeres. Conviene recordar que también llevaron a Damasco veintiséis coronas de oro provenientes de la catedral de Toledo y varias tinajas llenas hasta el borde de perlas, rubíes y topacios.
Por otra parte en América del Norte, los “piadosos protestantes ingleses”, durante uno de los más crudos inviernos que recuerda la historia, le repartieron “caritativamente”, a los indios norteamericanos frazadas infectadas de viruela. Cuando los ingleses comenzaron la colonización de Australia la declararon “terra nullius”, es decir, sin habitantes humanos, a pesar de que habían contabilizado unos novecientos mil aborígenes que llevaban en Australia aproximadamente setenta mil años. Conviene repetirlo porque parece increíble: para la “humanitaria” Inglaterra, en Australia no habían seres humanos. Los aborígenes australianos eran para los “caballeros” ingleses, raros animales como el ornitorrinco o el canguro; animales que caminaban en dos patas y que parecían tener el don de hablar como loros. Sin embargo, la única conquista que el mundo critica, es la conquista española de América. Sin duda alguna la leyenda negra de la conquista española de América se complementa siempre con la leyenda rosa de la conquista árabe de España y con la leyenda rosa de la conquista inglesa de la América del Norte y de Australia.
-Por último: ¿cómo observa la situación de España?
Me atrevo a afirmar, sin rodeos, que España está hoy, en peligro de muerte. Sin embargo, la gran mayoría de los españoles está totalmente inconsciente de ese peligro. La mayoría de los españoles, danza despreocupadamente, en la cubierta del barco que se está hundiendo, sin saber que la Nación, ha chocado contra un iceberg. La actual izquierda española, no la de Felipe González y Alfonso Guerra, es la principal responsable de esa situación porque ha convertido a España en una nación avestruz que esconde la cabeza ante los dos grandes problemas que amenazan la existencia misma de España. Por un lado la emergencia de nacionalismos periféricos locos que, adueñándose del poder, adoctrinan a los niños en las escuelas, en el odio a España y a su lengua común. Este hecho axial hace que España cabalgue, casi inexorablemente, a su fragmentación territorial. Están sembrando odio a la nacionalidad común y, sin dudas, siembran odio, pues cosecharán tempestades. Por otro lado, España que tiene una pirámide poblacional funeraria va camino a dejar de ser España porque como afirma el filósofo Alfonso López Quintas por las calles de Granada, Córdoba y Sevilla deambulan, recién llegados que piensan y dicen, en voz baja: “…estas ciudades fueron nuestras y volverán a ser nuestras”. El mundo musulmán -como sostiene Charles Simond, en su famosa introducción al libro Arabia Sagrada de Armand Kahn- no sueña con Ceuta sueña con Granada. España después de haber alcanzado el tan anhelado bienestar económico, apartada de su “fe fundante” y adormecida por el relativismo, el consumismo y el hedonismo, ha recibido una mortal puñalada metafísica. Solo un milagro podría cerrar hoy la profunda herida abierta y detener la hemorragia.
“La izquierda ha convertido a España en una nación avestruz que esconde la cabeza ante los dos grandes problemas que amenazan su existencia”Sólo una “inmigración masiva” de hispanoamericanos podrá salvaguardar a España, que repito una vez más ya tiene una pirámide funeraria, de un trágico “final anunciado” y hacer entonces que, España, siga siendo España. Pero, eso requiere de una profunda reconciliación entre los españoles americanos y los españoles europeos. Para eso, es preciso terminar con el mito de la Leyenda negra, con la “zoncera” del genocidio de los pueblos originarios, con la “zoncera” de que Cortés “conquistó” México cuando, en realidad, liberó a la mayoría de la población - que por ese entonces habitaba México - del imperialismo más atroz que haya conocido jamás, la historia de la humanidad: el imperialismo antropófago de los aztecas. En México, había una nación opresora y cientos de naciones oprimidas, a las cuales los aztecas no le arrebataban sus materias primas – tal y como han hecho todos los imperialismos, a lo largo de la historia - sino que les arrebataban a sus hijos, a sus hermanos… para sacrificarlos en sus templos y luego repartir los cuerpos descuartizados de las víctimas en sus carnicerías, como si fuesen cerdos, para que sirvieran de sustancioso alimento a la población azteca. El milagro todavía es posible si los españoles europeos entienden que ningún hispanoamericano rico o pobre, culto o inculto, blanco o indio, es extranjero, en las tierras de Isabel y de Fernando. Hoy la leyenda negra, es decir, la falsa historia de la conquista española de América escrita por los enemigos históricos de España e Hispanoamérica parece haber ganado la batalla cultural, determinando conciencias, costumbres y prejuicios. Pero los tiempos están maduros para la restauración de la verdad.
Fuente:https://latribunadelpaisvasco.com/art/15224/marcelo-gullo-solo-una-llega...