¿Cómo responderán Rusia e Irán al Plan-B de EEUU y aliados contra Siria?
El portavoz oficial del Kremlin, Dimitri Peskov, ha señalado que Moscú no permitirá a los grupos armados controlar más áreas en Siria y subrayó la voluntad de Moscú de continuar la lucha contra las organizaciones terroristas. Peskov señaló que “tenemos en cuenta que la situación no es simple en las negociaciones de Ginebra, pero tampoco lo es en varias ciudades sirias, donde los terroristas están intentando controlar dichas áreas”.
El Ministerio ruso constató hace unos días que el Frente al Nusra planea un ataque masivo en la provincia de Alepo y que enormes cargamentos de armas han llegado desde Turquía durante el período de aplicación del cese de hostilidades en Siria. Recientemente, el Wall Street Journal señaló también que la CIA ha transferido a los terroristas armas de calidad, incluyendo armas antiaéreas portátiles, para atacar a aviones sirios y rusos así como información sobre los movimientos y localizaciones del Ejército sirio.
La publicación canadiense Global Research ha confirmado estas informaciones y señala que Washington ha enviado dos cargamentos de misiles antiaéreos portátiles (Manpads) y 3.000 toneladas de armas y municiones a través del puerto de Constanza en Rumanía con destino a Turquía, y otro desde Bulgaria hasta el puerto jordano de Aqaba.
Arabia Saudí y Turquía han creado también salas de operaciones conjuntas de los grupos terroristas con la participación de sus servicios de inteligencia, y con la cooperación de Israel, y han enviado refuerzos al frente de Alepo, de tal forma que un gran número de terroristas están ahora concentrados allí -8.000 en el sur y 1.500 en el norte la provincia-.
Rusia, que es consciente de estos planes, no tiene intención de dejar que los terroristas logren éxitos en Siria y ha tomado algunas contramedidas. En primer lugar, los aparatos rusos desplegados en Hamaimim, han comenzado ya a actuar y a bombardear las concentraciones de los terroristas.
El general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, viajó a Moscú el 14 de este mes para reunirse con responsables rusos, incluyendo el presidente Vladimir Putin y el ministro de Defensa Serguei Shoigu, y tratar la situación en el frente de Alepo. En este sentido, la coordinación entre Rusia e Irán alcanzará previsblemente su más alto grado durante las próximas batallas contra los terroristas en Alepo y el resto de los frentes del norte de Siria. Rusia ha preparado misiles de crucero Kalibr en el Mar Caspio para su utilización en las próximas batallas.
Un responsable norteamericano, Ben Rhodes, señaló que jueves que “Rusia ha desplegado artillería en el norte de Siria, incluyendo en áreas cerca de Alepo” y señaló que Washington estaba “preocupado” por los planes sirios y rusos en dicho frente, lo cual viene a suponer un nuevo ejemplo de apoyo norteamericano al Frente al Nusra, una organización declarada terrorista por la ONU y vinculada a Al Qaida, que supuestamente llevó a cabo los atentados del 11-S.
Rhodes afirmó que aunque Rusia había retirado la mitad de sus fuerzas de Siria a mediados de marzo, “aún conserva grandes capacidades militares en Siria, que suponen una fuerza militar muy importante en apoyo a Damasco”. “Estamos preocupados por la transferencia de equipos militares ruso a Siria”, dijo. “Creemos que la transferencia de más material militar ruso a Siria es negativo”.
Un número de asesores rusos han sido también desplegadoz en el frente de Alepo y helicópteros rusos Mi-28 y Ka-52 están también preparados para intervenir. En este sentido, un analista sirio señaló que las fuerzas conjuntas de Damasco, Moscú, Teherán y Hezbolá van a “hacer temblar la tierra” frente a los terroristas.
Fuente: Almanar en Español.