Siria: coordinación entre Hezbolá y el Ejército ruso

Lunes, 28 Noviembre, 2016 - 10:00

Por primera vez desde la entrada de las fuerzas rusas en la guerra en Siria, en octubre de 2015, un encuentro sobre el terreno ha reunido a los comandantes de Hezbolá con los oficiales del Ejército ruso.

De acuerdo con el diario libanés Al Akhbar, la reunión se llevó a cabo a petición de los rusos.

No obstante, ya hubo un primer intercambio directo durante la Batalla de Sheij Miskin, en Deraa, en el Sur de Siria, en el que los rusos pidieron entonces a Hezbolá el plan de liberación de la ciudad y sus detalles militares.

El intereses de las fuerzas rusas por la milicia libanesa parece estar relacionada en esta ocasión con su participación activa al lado del Ejército sirio en el desbaratamiento de la última ofensiva de los terroristas en el suroeste de Alepo.

Esta batalla llamada “Gran Ofensiva Épica” fue lanzada el 28 de octubre último por los grupos terroristas con el fin de romper el cerco a los militantes sitiados en el Este de Alepo.

La ofensiva coincidió con el hehco de que, durante el final de la campaña electoral en Estados Unidos, el presidente ruso Vladimir Putin suspendió los ataques aéreos rusos contra los yihadistas que ocupan el este de Alepo para evitar todo incidente que pudiese favorecer la elección de Hillary Clinton. Pero la OTAN aprovechó esa coyuntura para tratar de enviar refuerzos desde Idlib a los yihadistas del este de Alepo.

A pesar de hallarse entre dos fuegos, atacados simultáneamente por los refuerzos yihadistas provenientes de Idlib y los yihadistas del este de Alepo, los combatientes del Hezbollah lograron mantener sus posiciones en el oeste de Alepo e impedir la ruptura del cerco.

Después de rechazar la segunda ola de atacantes, los combatientes de Hezbolá participaron en el diseño y ejecución de la contraofensiva. La batalla fue feroz, especialmente por la utilización de 12 coches bomba por parte de los terroristas y la lucha cuerpo a cuerpo, edificio por edificio.

La contraofensiva concluyó, sin embargo, con el hundimiento de las líneas de defensa de los terroristas y la recuperación de todas las posiciones que habían sido conquistadas por ellos en la primera fase de su ofensiva.

A la luz de los resultados de la batalla, e impresionado por esa hazaña, el Ejército ruso pidió ver a los comandantes de Hezbolá sobre el terreno  para estudiar sus métodos de lucha. Los oficiales rusos se vieron sorprendidos por las capacidades excepcionales de los combatientes de Hezbolá, sobre todo dado que las operaciones militares hacían presagiar grandes bajas en las filas del Ejército sirio y sus aliados, lo que no fue el caso.

Más tarde, y como resultado de este segundo encuentro, los rusos informaron a los jefes militares de Hezbolá que sus técnicas de lucha serán incluidas en los programas de estudios de las academias militares rusas y que se establecerá una coordinación entre las fuerzas armadas rusas y la resistencia libanesa.

Hasta ahora, la información proporcionada por los rusos en la Sala de Operaciones Conjuntas era transmitida hasta ahora a Hezbolá a través de los representantes sirios e iraníes en la misma.