Macron y el retorno de la Grandeur
Tras el fracaso de su política doméstica, Macron intentará catalizar el chauvinismo de los franceses restaurando el atavismo de la Grandeur, doctrina que conjugaría el culto a la independencia económica, política y militar de Francia con la consolidación de la misión de la Nación y de la cultura francesa en el mundo. Así, Macron asumirá el poder decisorio en Defensa y Exteriores que pasarán a ser "dominio reservado del Presidente" y adoptará un enfoque "activista" en asuntos internacionales, involucrándose personalmente y teniendo "el compromiso con la intervención humanitaria" y el aumento del peso específico de Francia en la Geopolítica Mundial como ejes vertebradores de su política exterior", con lo que la política doméstica quedará reducida a un mero instrumento de la política exterior que sirva de catalizador de los valores de la Grandeur.
Distanciamiento de EEUU
La implementación de la quinta fase del proyecto de EEUU del Escudo de Misiles Antibalísticos (DAM) sería vista por Macron como una pérdida de la soberanía europea,( reviviendo el proyecto de Kennedy de Partnership entre los EE.UU. y Europa para proveer al Reino Unido de misiles Polaris de julio de 1962), por lo que podríamos asistir a la salida de Francia de las estructuras militares de una OTAN inmersa en una grave crisis de identidad, (emulando a De Gaulle 1.966) Asimismo, no sería descartable la instalación por EEUU en el Pirineo navarro de una bases de radares (Gorramendi) para escuchar los susurros del Elíseo así como una posterior campaña orquestada conjuntamente con Rusia y China para sustituir el patrón dólar por el oro ( reeditando la sutil jugada de ingeniería financiera de De Gaulle de mediados de los 70 ). Recordar que desde De Gaulle, la resistencia al liderazgo estadounidense ha sido un factor de la política exterior de todos los presidentes franceses, pero la discrepancia será sólo formal, como se comprobó con el apoyo de De Gaulle a Estados Unidos en la Crisis de los Misiles de Cuba (1.962) y en su posterior retorno a la disciplina del Pacto Atlántico en 1.969).
Mantenimiento de la “Force de Frappe”
Aunque la responsabilidad de las fuerzas armadas esté compartida por el Presidente y el Primer Ministro según Constitución Francesa de 1958, un decreto de 1962 sólo atribuye al Presidente la capacidad de autorizar el uso de armamento nuclear. Recordar que la “Force de Frappe” nació en 1960 como consecuencia de la proclamación de la V República Francesa por el General De Gaulle. y fue concebida como uno de los elementos clave de la independencia económica, diplomática y militar del país frente a las dos grandes potencias EEUU-URSS enfrentadas en la Guerra Fría y que en la actualidad y a pesar del anuncio del ex-presidente Sarkozy de reducir el arsenal atómico francés hasta las 300 cabezas nucleares, basa parte de su poder en la utilización de submarinos nucleares balísitcos (SSBN) clase Redoutable y Triomphant I, después de que a finales del pasado siglo se retiraran todos los misiles nucleares de medio alcance basados en tierra (IRBM modelos SSBS S3) y misiles nucleares de corto alcance (SRBM) modelo Plutón.
El nuevo Eje Berlín-París
Tras la formación del nuevo Gobierno en Alemania, podríamos asistir al robustecimiento del Eje Franco-Alemán como fruto de una tardía reafirmación de las soberanías nacionales francesa y alemana, (reviviendo el Tratado del Elíseo entre De Gaulle y Adenauer (1.963). Dicha entente franco-alemana conjugará los acuerdos preferenciales energéticos con Rusia con la revitalización de la energía nuclear y el extraordinario desarrollo de las energías renovables y será el referente político-económico europeo del próximo quinquenio, no siendo descartable el rediseño de una nueva cartografía europea que supondría el finiquito de la actual Unión Europea y sus sustitución por la Europea de los Seis (Francia. Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Austria mientras el resto de países europeos periféricos y emergentes quedarán gravitando en sus anillos orbitales. Igualmente, asistiremos a un acercamiento político a Rusia (rememorando el viaje de De Gaulle a Moscú ,1966) que se plasmaría en la Ratificación de la Política de Buena Vecindad con la Rusia de Putin, mediante la firma de acuerdos preferenciales para asegurarse el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética francesa (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia) y el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE).
Pragmatismo en las relaciones comerciales con China y América Latina
El aumento del déficit comercial de la economía francesa, forzará a París a una política de pragmatismo económico que quedaría plasmado en el inicio de negociaciones para la firma de un acuerdo Global para fortalecer unos intercambios comerciales que representan el 18% del total del comercio exterior de la UE, (rememorando el pragmatismo visionario de De Gaulle al reconocer a la China Comunista en 1964), pues China es el principal suministrador de productos a la UE. Asimismo, las relaciones con Iberoamérica vendrán marcadas por el pragmático económico y los acuerdos bilaterales para la venta de productos militares y el traspaso de tecnología a los países sudamericanos, siendo las nuevas relaciones entre Bolivia y Francia un claro exponente como ideologías aparentemente antagónicas se fusionan en aras del interés económico (rememorando el apoyo de De Gaulle a algunas empresas que proveyeron de infraestructura para la construcción del metro en México y Chile), relaciones económicas que se intensificarán especialmente con Brasil tras su asunción del papel de “gendarme de los neoliberales” en Sudamérica.
Revitalización de la Francophonie
Respecto a África, asistiremos a una gradual sustitución del tradicional colonialismo paternalista (De Gaulle) por el de un neocolonialismo que bajo el epígrafe de “garante de los Derechos Humanos” continuaría esquilmando los recursos naturales, especialmente uranio, platino,cobalto, manganeso, oro y diamantes además del mediático coltán, aprovechándose de los endémicos conflictos tribales y rutinarios golpes de Estado y en feroz competencia con EEUU, Rusia , China y resto de la UE. Por último, asistiremos a la creación de una sociedad subsidiada en los territorios del ultramar francés desperdigados por África, Oceanía y América con el objetivo de asegurar la paz social y poder preparar un nuevo modelo de economía autogestionaria que permita” reflotar a dichos territorios del subdesarrollo y la dependencia de la metrópolis”, tras la previsible repetición de los disturbios acaecidos en en el 2.009 en la isla de Guadalupe y que se extenderían por efecto mimético hasta la vecina isla de Martinica, de nuevo bajo el lema “contra la carestía de la vida”. La nueva estrategia de París pasaría pues por la sustitución del tradicional colonialismo paternalista francés por una relación interpares de la metrópolis con sus antiguas colonias, dando así finiquito al endémico tratamiento por parte de los sucesivos Gobiernos franceses de los territorios de Ultramar como colonias en lugar de territorios con representación parlamentaria, surgiendo posteriormente un neocolonialismo que intentará la revitalización de la Francophonie como ente político y económico en el escenario mundial en el horizonte del 2025, hija del atavismo de la Grandeur.
Escrito por, German Gorraiz Lopez