Los holandeses dicen "no" al tratado de la UE con Ucrania

Una gran mayoría de los holandeses que ha votado en el referéndum sobre el acuerdo de asociación entre la UE y Ucrania ha rechazado el tratado, en una votación que ha supuesto un auténtico termómetro para medir el grado de apoyo del que gozan los euroescépticos y cuyo resultado pone en un aprieto, no sólo al Gobierno hoandés, sino también a toda la Unión Europea.

El comité electoral dará a conocer el resultado definitivo el próximo día 12, con lo que los datos disponibles son los resultados provisionales difundidos por los medios de comunicación. Según la cadena de televisión pública NOS, el 61,1 % de los holandeses votó en contra del acuerdo, firmado en 2014 entre los líderes de la Unión Europea (UE) y Ucrania, incluido el primer ministro holandés, el liberal Mark Rutte, y que ya fue aprobado por la Eurocámara, la Rada ucraniana y el Parlamento holandés. El 38,1 % votó a favor del acuerdo, del que además ya se aplican las provisiones generales y las partes de los capítulos de la asociación política y de cooperación, así como la parte comercial entre la UE y Ucrania.

Para que el referéndum fuera considerado válido, la participación  debía superar el umbral del 30 %, algo que finalmente ha hecho en más de dos puntos. Si se confirman los datos provisionales, el Gobierno de coalición entre liberales y socialdemócratas encabezado por Mark Rutte deberá ahora "reconsiderar" el acuerdo, que ya han ratificado todos los países miembros de la UE salvo Holanda. El Ejecutivo de Rutte tiene dos opciones: proponer al Parlamento holandés bien derogar la legislación relevante, bien proponerle no tener en cuenta el resultado del referéndum, que no es vinculante, algo que en principio parece poco probable.

El primer ministro admitió la mayoría abrumadora del "no", y dijo que, de confirmarse una participación superior al 30 %, entonces, "no se puede simplemente continuar con la ratificación". Explicó también que la decisión puede llevar días e incluso semanas, y que antes deben abordarse las opciones "en el Consejo de Ministros, en Europa y en el Parlamento" holandés.

La Comisión Europea (CE) pidió esperar al jueves para pronunciarse sobre el referéndum, que ha considerado como un asunto interno de los holandeses. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, advirtió en enero de que el referéndum puede conducir a una crisis en el continente al tener el potencial de "cambiar el equilibrio en Europa" y favorecer a Rusia. También dijo en marzo que la última vez que Holanda votó en contra de un proyecto europeo "tuvimos muchos problemas", en referencia al rechazo de los holandeses en 2005 a la ratificación de la Constitución europea tras el "no" registrado ya en Francia.