Informe ONU: Arabia comete “crímenes contra la humanidad” en Yemen
Un informe de un panel de expertos de la ONU pidió en febrero una investigación formal sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen saudí en Yemen y ha denunciado que Arabia está “provocando deliberadamente una hambruna mortal” entre los civiles yemeníes y atacándolos desde el aire “de una manera amplia y sistemática”.
El informe documenta 119 ataques contra civiles que constituyeron “violaciones contra el Derecho Internacional” y “crímenes contra la humanidad”. Ellos también condenaron a Arabia Saudí por no respetar ninguno de los ceses del fuego que fueron pactados con la otra parte.
Además, el panel acusó a Arabia Saudí de suministrar armas a grupos armados “sin tomar medidas apropiadas para asegurar su responsabilidad y debido almacenamiento”.
Este informe incrementará la presión a nivel internacional para que se investiguen los crímenes de guerra cometidos por Arabia Saudí en Yemen por parte de la ONU. Durante una pasada Asamblea General de la organización, un intento de crear un comité de investigación sobre este tema terminó en fracaso cuando los saudíes se quejaron y se acordó que ellos podrían investigarse a sí mismos.
El Departamento de Estado de EEUU se ha negado también a discutir el informe porque “se suponía que no sería hecho público” y señaló que estaba preocupado solamente por las “alegaciones de abusos”. EEUU ha apoyado, sin embargo, la guerra saudí contra Yemen y continúa proporcionando a Riad armas y equipo de apoyo logístico.
HRW denuncia el uso de bombas de racimo por Arabia Saudí
Por su parte, la organización pro-derechos humanos Human Rights Watch denunció hace algunas semanas que Arabia Saudí está utilizando bombas de racimo en Yemen, ignorando completamente las normas internacionales.
HRW denunció en una declaración dada a conocer el 14 de febrero que la compañía que ha fabricado estas bombas es la Textron Systems Corporation de Wilmington, Massachusetts.
“Arabia Saudí y sus socios de coalición, así como su abastecedor estadounidense están ignorando abiertamente los criterios internacionales que señalan que las municiones de racimo no deben ser utilizadas bajo ninguna circunstancia”, dijo Steve Goose, director del departamento sobre armas en Human Rights Watch y presidente de la Coalición para la Prohibición de las Municiones de Racimo. Hasta ahora, 118 países han prohibido esta munición debido a la amenaza que supone para los civiles que se hayan en zonas de conflicto durante el período del bombardeo y después.
HRW, Amnistía Internacional y la ONU han reunido gran número de evidencias tras entrevistarse con testigos y víctimas y las han documentado en vídeos y fotografías que demuestran la utilización de este tipo de municiones en Yemen.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha señalado también que el uso de las bombas de racimo equivale a un crimen de guerra.
Amnistía pide embargo de armas
Por su parte, AI ha pedido un embargo de armas contra Arabia Saudí. Este llamamiento fue lanzado el pasado mes durante una reunión en Ginebra sobre el Tratado del Comercio de Armas.
AI justificó su llamamiento por haber documentado una serie de graves violaciones del Derecho Internacional humanitario y los derechos humanos cometidas por el reino wahabí, que indican la comisión de crímenes de guerra en Yemen.
En un comunicado, la organización “exhorta a todos los estados a vigilar que ninguna de las partes en conflicto en Yemen obtenga, directa e indirectamente, armas, municiones, equipos o tecnologías militares”.