El Gobierno británico podría retrasar el "Brexit" hasta el 2019
El Gobierno británico ha avisado de que no tiene intención de poner en marcha el ‘brexit’ hasta finales de 2016, lo que retrasaría la salida del Reino Unido de la UE. El Ejecutivo de la primera ministra británica, Theresa May, activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo legal de dos años para acordar con la Unión Europea (UE) los términos de su separación.
La intención de May es iniciar el proceso de abandono a finales del presente año o principios de 2017 porque, según explicó, su país necesita tiempo para prepararse, mientras que algunos de sus ministros dudan de que se cumplan los plazos autoimpuestos por Londres, ya que la situación en el Ejecutivo es "caótica", según denunciaron fuentes ministeriales al diario SundayTimes.
Según este periódico, hay dificultades en la unidad creada por May, el departamento del brexit, para conducir las negociaciones con Bruselas. Este departamento está bajo el control del euroescéptico David Davis y cuenta con la asistencia del canciller, Boris Johnson, considerado un ferviente impulsor del Brexit en las filas de su partido.
Algunos ministros en puestos clave habrán advertido que no estarán listos para iniciar las conversaciones en las fechas previstas, ya que el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, quien también está en dicho departamento, tiene antes la tarea de encontrar socios comerciales globales para su país tras la salida del Reino Unido del bloque regional.
El periódico asegura que Londres podría retrasar aun más el lanzamiento del proceso hasta que conozca el resultado de las elecciones generales previstas el próximo mayo en Francia y en septiembre de 2017 en Alemania.
Al respecto el diario cita a las mismas fuentes que sostienen: "No se puede negociar cuando no se sabe con quién se va a negociar", mientras que Europa pide al Londres que no se demore en su salida.
Los británicos con su voto emitido a favor del brexit indicaron que se ponga control sobre el flujo de inmigrantes procedentes de la UE, otro aspecto complicado en tener en cuenta por Ejecutivo de May, que no hace tan fácil el divorcio.