Duterte a EE.UU. y la UE: "Márchense y entreguen su dinero a otro"

Viernes, 7 Octubre, 2016 - 13:00

Este jueves, desde la isla de Mindanao, el presidente de Filipinas ha cargado de nuevo contra Barack Obama, la Unión Europea y las organizaciones que defienden los derechos humanos por criticar su política contra el narcotráfico, asegurando que si Estados Unidos y la Unión Europea "están descontentos" con su "guerra contra la droga" y desean dejar de apoyar a su país por ese motivo, deberían "hacerlo".

"No espero que los grupos de derechos humanos, ni Obama, ni la UE me comprendan", así que "si creen que ha llegado la hora de de quitarnos su apoyo, adelante: nosotros no suplicaremos", afirmó el presidente filipino durante un discurso televisado con motivo de una entrega de premios a policías.

"Ustedes nunca comprenderán el dolor que estamos sufriendo, márchense y entreguen su dinero a otro. Sobreviviremos como nación y ya llegará el Día del Juicio Final", finalizó Duterte. Esta misma semana, el líder filipino mandó al presidente de EE.UU. "al infierno" y aseguró que, si su país no quiere venderle armas a Filipinas, acudirá "a Rusia".

Según distintas estimaciones, alrededor de 3.600 personas habrían perdido la vida en Filipinas desde que el presidente Rodrigo Duterte iniciara su guerra contra el crimen en general y el narcotráfico en particular, tras asumir el poder el pasado 1 de julio.

Con estas acciones como pretexto, las relaciones entre los mandatarios filipino y estadounidense han empeorado de manera significativa.

El 5 de agosto, Duterte llamó al embajador de EE.UU. en Manila, Philip Goldberg, "hijo de puta" y "gay", acusándolo de interferir en los asuntos internos de Filipinas durante las últimas elecciones.
Washington exigió explicaciones y convocó al jefe adjunto de la misión consular de Filipinas en EE.UU., Patrick Chuasoto.

El 5 de septiembre, durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Duterte advirtió a Barack Obama que no le preguntara sobre los derechos humanos o, de lo contrario, "hijo de puta, te insultaré en ese foro". Barack Obama canceló el encuentro que tenía previsto mantener con su homólogo filipino.

El 16 de septiembre un centenar de personas se congregó a las puertas de la Embajada estadounidense en Manila para exigir la retirada de las bases militares norteamericanas que aún operan en Filipinas.

Más que las campañas contra el crimen, el verdadero malestar de los EE.UU. radicaría en cuestiones tales como el deseo de Filipinas de sacudirse la presión estadounidense, desalojando las bases militares norteamericanas, o como el próposito de Duterte de mejorar las relaciones de Filipinas con China.