Choques tribales e interreligiosos en repúblicas centroafricanas
Choques en República Centroafricana dejan unos 85 muertos
85 muertos es el saldo de los últimos disturbios entre grupos armados rivales en la República Centroafricana, según la ONU.
El portavoz presidencial Albert Mopkem manifestó el lunes que "esta cifra está confirmada", en referencia al balance proporcionado por el enviado especial de Naciones Unidas para la prevención de genocidios, Adama Dieng.
Ssegún Naciones Unidas, casi la mitad de la población necesita asistencia humanitaria, y ha solicitado una donación de 399 millones de dólares para cubrir las necesidades de ayuda del país el próximo año.
A las últimas muertes ocurridas en la localidad de Bria, a 400 kilómetros al noreste de Bangui, se añadían 76 heridos y casi 11.000 desplazados a causa de los combates entre las facciones del antiguo grupo musulmán rebelde Seleka la pasada semana, explicó Dieng.
El país es escenario de episodios de violencia entre guerrillas islamistas y no islamistas, y de un tumultuoso proceso de transición desde finales del año 2013, tras el derrocamiento del Gobierno presidido por Jean-Francois Bozizé, en marzo del mismo año.
Milicia mata a 34 civiles en República Democrática del Congo
Por su parte, una milicia de la comunidad Mai-Mai Mazembe mató a 34 civiles en un campamento de desplazados en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según informaron las autoridades de Kivu Norte.
Según la administradora regional, Joy Bokele, un grupo de una milicia de autodefensa Nande, atacó un puesto militar y otro grupo asaltó a un campamento de civiles desplazados en la aldea hutu de Luhanga.
'Mientras atacaban a las Fuerzas Armadas de la RDC, otro grupo ejecutaba a la población con armas de fuego', declaró Bokele y amplió que el motivo del ataque no estaba claro.
Una organización no gubernamental dijo que en las semanas anteriores la milicia amenazó a las víctimas con una 'purificación', si no se marchaban del campamento.
'Los Mai-Mai Mazembe amedrentaron a los hutus durante la semana y exigieron que abandonaran el área o se arriesgarían a una purga', indicó un comunicado del Centro para el Estudio de la Paz, la Democracia y los Derechos.
El mensaje añade que 'los milicianos buscaban miembros de la comunidad hutu y llevaron a cabo una verdadera carnicería antes de proceder a quemar completamente el pueblo'.
La Misión de Paz de la ONU señaló que repelió el ataque y abatió a un asaltante.
Esa fue la mayor matanza en aproximadamente un año en la provincia, donde la violencia étnica se relaciona principalmente con disputas sobre la tierra, desgarrada por más de 20 años de conflicto.