China protesta contra los vuelos de la Fuerza Aérea de EEUU sobre islas en disputa
Bajo el pretexto de la libertad aérea y de navegación EE.UU. propicia la militarización del mar de la China Meridional, denuncia un comunicado del Ministerio de Defensa del gigante asiático. En concreto, Pekín denuncia las recientes maniobras de la Fuerza Aérea de EE.UU. sobre el Bajo de Masinloc y alerta de que este tipo de actividad son una amenaza a la paz y la estabilidad en la región Asia-Pacífico. "Con este motivo expresamos nuestra preocupación y protesta", agregan las autoridades chinas.
Masinloc, que hace pocos días fue escenario de los vuelos de los aviones estadounidenses, es un territorio cuya soberanía se disputan Filipinas y China, mientras que gran parte de la comunidad internacional lo considera tierra de nadie. Tiene varias denominaciones: arrecife Scarborough o banco de arena homónimo para los estadounidenses e islas de Huangyan para los chinos.
Pekín insiste en que se trata de un "territorio ancestral" chino. Frente a la actividad militar estadounidense, "las Fuerzas Armadas de la República Popular de China adoptarán todas las medidas necesarias para defender la soberanía y la seguridad del país", advierte el citado comunicado.
Vuelven las tensiones: jefe del Pentágono visitará un portaaviones en el mar de la China Meridional
En un paso que ha vuelto a inflamar las tensiones con China, EE.UU. anunció el jueves que enviará tropas y aviones de combate a Filipinas y llevará a cabo más patrullas marítimas y aéreas conjuntas con las Fuerzas filipinas en el mar de la China Meridional. Además, el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, afirmó que visitará el portaaviones USS John C. Stennis en la región en disputa.
Durante una visita a Filipinas, Carter anunció este jueves que EE.UU. mantendrá en Filipinas cerca de 300 soldados, incluidos comandos de la Fuerza Aérea, hasta finales de mes, a pesar de haber concluido los ejercicios militares Balikatan. Asimismo, afirmó que las tropas de EE.UU. tendrán aviones de combate y helicópteros a su disposición.
Carter prometió también un aumento en las rotaciones de EE.UU. en las Filipinas para la formación y el apoyo de las operaciones militares.
¿Un paso para "aplacar tensiones"?
En una conferencia de prensa conjunta con su homólogo filipino Voltaire Gazmin, el jefe del Pentágono aseguró que las nuevas medidas no están dirigidas a provocar fricciones en la región, sino más bien "a aplacar las tensiones aquí". Gazmini, a su vez, acogió con satisfacción la decisión de EE.UU. de aumentar su presencia militar en el país del sudeste asiático, al afirmar que ello "disuadirá las acciones impertinentes de los chinos".
Los intercambios militares de los países relevantes no deberán ir dirigidos contra terceros, ni mucho menos apoyar a unos países en su desafío a la soberanía y la seguridad de China, incitando contradicciones y saboteando la paz y la estabilidad regionales
Durante la ceremonia de cierre del ejercicio militar conjunto Balikatan, Carter aseveró que Washington "seguirá defendiendo su seguridad y las libertades" así como las de sus aliados.
"Con cada Balikatan y cada campaña del Stennis, con cada nuevo ejercicio multilateral y cada nuevo acuerdo de defensa, añadimos una puntada al tejido de la red de seguridad de la región", dijo Carter para anunciar que visitará el portaaviones USS John C. Stennis en su paso por las aguas en disputa del mar de la China Meridional.
La respuesta de Pekín
Las declaraciones de Carter han provocado fuertes críticas de Pekín, que ha denunciado en repetidas ocasiones la interferencia de EE.UU. en la región.
"Los intercambios militares de los países relevantes no deberán ir dirigidas contra terceros, ni mucho menos apoyar a unos países en su desafío a la soberanía y la seguridad de China, incitando contradicciones y saboteando la paz y la estabilidad regionales", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un comunicado en respuesta al anuncio de Carter, recoge AP.
Unos 8.000 militares estadounidenses y filipinos participaron en los ejercicios militares Balikatan. La semana pasada, EE.UU. prometió alrededor de 40 millones de dólares a las Filipinas en ayuda militar para la vigilancia y patrullas navales.
¿Qué países mantienen la disputa territorial?
Varios países mantienen reclamaciones territoriales en la región. China aspira a controlar el 80% del mar, casi 3 millones de kilómetros cuadrados, mientras que Vietnam, Malasia, Filipinas no quieren ceder unos territorios que consideran suyos. Brunéi no reclama territorio, pero quiere seguir pescando en aquellas islas que ocupa de facto.
EE.UU. también se ha involucrado en el conflicto, expresando su apoyo abierto a Filipinas y Vietnam, sus aliados. Además, EE.UU. urge a Japón a armarse para contrarrestar el creciente poder chino, si bien Tokio abandonó sus pretensiones territoriales en el mar de la China Meridional en 1945 y actualmente solo mantiene una disputa territorial con China en otro mar, el de la China Oriental.
Análisis: "Ni petróleo, ni gas": la razón de la disputa en el mar de la China Meridional es otra
Los recursos energéticos que se encuentran en la región son tecnológicamente más difíciles y costosos de explotar, lo que demuestra que el gas y el petróleo no son las causas de la discrepancia territorial, afirman expertos en seguridad energética.
La disputa territorial en la que están involucrados varios países en el mar de la China Meridional no tiene como objeto las reservas de petróleo y gas existentes en la zona, sostiene el analista en seguridad energética Jeremy Maxie en un artículo publicado en la revista 'Forbes'.
"Con demasiada frecuencia la disputa en esa región del planeta se presenta como una contienda militarizada por el acceso y control sobre una cantidad incalculable de crudo y gas que se cree yacen bajo el lecho marino. La disputa por esos recursos energéticos es solo un componente más", señala el analista.
Según la Agencia de Información de Energía de EE.UU. (EIA) en esa región puede albergar reservas para 11.000 millones de barriles de petróleo y 190 billones de pies cúbicos de gas natural. Sin embargo, Maxie subraya que de ese volumen solo un 50% es extraíble en las condiciones económicas y tecnológicas existentes.
El informe de la EIA estima las reservas de Vietnam en 3.000 millones de barriles de crudo y 20 billones de pies cúbicos de gas natural, mientras que las de China ascienden a 1.300 millones de barriles de petróleo y 15 billones de pies cúbicos de gas natural. El volumen existente en Filipinas es tan solo de 200 millones de barriles de crudo y 4 billones de pies cúbicos de gas natural. A Malasia corresponde la mayor cuota, con 5.000 millones de barriles de crudo y 80 billones de pies cúbicos de gas natural, mientras que Indonesia posee 55 billones de pies cúbicos de gas natural, pero solo 300 millones de barriles de petróleo.
¿Es verdaderamente el gas y el crudo lo que ambiciona Pekín?
"Para poner las cosas en perspectiva, el petróleo recuperable (5.000-6.000 millones de barriles) en todo el mar de la China Meridional cubriría menos de dos años de la demanda de petróleo de Pekín y poco más de dos años de las importaciones petroleras del gigante asiático. En 2015, la demanda de petróleo de China promedió 10,32 millones de barriles por día, mientras que las importaciones petroleras fueron de 6,74 millones de barriles diarios. Esto demuestra que las reivindicaciones de Pekín en términos de seguridad energética de petróleo son tenues", explica Maxie.
Por otra parte, el año pasado la demanda de gas del gigante asiático fue de aproximadamente 6,78 billones de pies cúbicos. Por lo tanto, la totalidad de las reservas de gas en el mar de la China Meridional (190 billones de pies cúbicos) es suficiente para cubrir teóricamente 28 años de demanda de gas por parte de China y 91 años de importaciones.
La mayor parte del gas en la zona se encuentra en campos de aguas profundas, las cuales son tecnológicamente más difíciles y costosas de explotar. El gas extraído en las zonas en disputa reclamadas por China pero situadas cerca de Vietnam o Filipinas tendría que ser distribuido a través de gasoductos a Vietnam o Filipinas para ser vendido en el mercado local o convertido a gas natural licuado para la exportación. Tales medidas son políticamente inconcebibles en el entorno geopolítico actual, sostiene el experto.
Un instrumento para alcanzar objetivos geopolíticos
"Estas consideraciones comerciales, tecnológicas y logísticas indican que la disputa territorial en el mar de la China Meridional no está impulsada por recursos energéticos como principal objetivo. Por el contrario, la pugna de estos recursos es un medio para un fin, un instrumento para poder afirmar la soberanía territorial con fines geopolíticos y estratégicos", argumenta el autor del artículo.
Según Maxie, otra muestra de ello es que las reclamaciones más beligerantes de China se dirigen hacia Vietnam y Filipinas, y no hacia Malasia e Indonesia, que cuentan con la mayor parte de los recursos marinos de petróleo y gas. "La explotación de los recursos energéticos marítimos no es la prioridad estratégica de Pekín", subraya.
Si bien los recursos de petróleo y gas en alta mar son importantes fuentes de suministros muy necesarios para Vietnam y Filipinas, no lo son tanto para Pekín, para el que el mar de la China Meridional es una ruta de navegación vital. En la actualidad, alrededor del 50% del tráfico de buques cisterna de petróleo del mundo se estima que fluyen a través de este mar. Para el año 2035, se espera que el 90% de las exportaciones de combustibles fósiles desde Oriente Medio hacia Asia Oriental pasen precisamente por esas aguas, concluye el analista.
El Espía Digital