Sobre la eliminación de la propiedad por parte de la Gran Reconstrucción
El plan de la “Gran Reconstrucción” (1) promocionado por Klaus Schwab (2) implica una reestructuración violenta de todo el orden mundial, en especial de la propiedad privada. Este proceso de transformación comenzó con la creación del Foro Económico Mundial (FEM) en 1971. En el sitio web del FEM fueron publicados una serie de videos y textos en noviembre del 2016 titulados “8 predicciones para el 2030”. Voy a enumerar cada una de ellas:
1. La propiedad privada desaparecerá y las personas se convertirán en meros usuarios que alquilarán objetos.
2. Se impondrán fuertes impuestos a los productos que causen alguna huella de carbón. La economía mundial será redirigida hacia la creación de industrias que produzcan menos emisiones de gas invernadero.
3. Se acabará el dominio mundial de los Estados Unidos y existirán varias potencias que gobernarán el mundo.
4. Habrá cambios revolucionarios en la medicina, especialmente en todo lo que tienen que ver con la producción de “piezas de repuesto para el ser humano” y el desarrollo de tecnologías de “impresión” biológica.
5. Se minimizará el consumo de la carne.
6. Las poblaciones se desplazarán de forma masiva de un lado al otro del planeta.
7. Los viejos valores occidentales serán reemplazados por nuevos.
8. Se enviará seres humanos a Marte.
Este catálogo resulta bastante extraño, pero vale la pena revisar con detalla cada uno de estos puntos. Estas previsiones fueron publicadas hace cinco años y algunas de ellas están siendo aplicados hoy. Es obvio que no se trata de previsiones, sino de un programa que esta siendo implementado por el FEM. De todos modos, solo me centraré en el primer punto del FEM: “todos los productos se convertirán en servicios. No tengo nada, no tengo auto, los objetos y la ropa no me pertenecen”, como muy bien dice la diputada danesa Ida Auken. En las ciudades del 2030 hacer las compras será algo obsoleto, ya que a cada uno tendrá lo que necesita por medio del uso de energías limpias. Tales ideas han sido introducidas en nuestra sociedad por lo que se llama la “economía colaborativa” o, en inglés, sharing economy, collaborative consumption, collaborative economy.
Schwab afirmó en el 2020, en su libro COVID-19: The Great Reset, que la propiedad privada resulta anacrónica: en la sociedad del futuro, es decir, en el 2030, se establecerá una forma de “capitalismo inclusivo” o “capitalismo de las partes interesadas” (4), donde las personas rechazaran voluntariamente “el prejuicio de la propiedad privada” como algo anticuado. Marx, Engels y Lenin llamaron en su momento a la abolición de la propiedad privada de los medios de producción porque consideraban que la propiedad privada de las fábricas, los recursos naturales y otros elementos materiales necesarios para las fuerzas productivas (capital productivo) eran la forma en que los propietarios explotaban a los trabajadores: esta es precisamente la esencia de la explotación capitalista. Marx y Engels escribieron en La ideología alemana (1848) que “bajo el régimen de la propiedad privada, sólo experimentan un desarrollo unilateral las fuerzas productivas y se convierten en su mayoría en fuerzas destructivas que ni siquiera pueden llegar a aplicarse debido a la propiedad privada”. Ninguno de los dos pidió la supresión de la propiedad de uso. En cambio, Schwab llama a la abolición de la propiedad de uso, mientras evita hablar de la propiedad de los medios de producción. Por lo tanto, no se busca emancipar a las plantas, fábricas, infraestructuras, tierras y otros activos tangibles e intangibles del control del Gran Capital porque, después de todo, no puede existir capitalismo sin capital.
Lo que pretende el Great Reset es promover la concentración de capital en cada vez menos manos (empresas industriales y comerciales, bancos, cuentas financieras) que la literatura clásica llamaba concentración y centralización del capital. La “pandemia del COVID-19” ha sido una cortina de humo que busca encubrir la destrucción de las pequeñas y medianas empresas. Además, todo aquel que tuviera alguno que otro activo valioso se verá obligado a venderlo a las grandes empresas. Otro de los ejes de la “Gran Reconstrucción” es la “descarbonización” de la producción y de la economía con el pretexto de salvar a la humanidad de la “entropía”. Pero se trata de otra cortina de humo que busca encubrir la implantación del capitalismo inclusivo. Lo que pretende la descarbonización es destruir una parte de las fuerzas productivas del planeta mientras que los activos económicos valiosos siguen siendo propiedad privada de las empresas más grandes. Los tiburones devoran a los peces más pequeños.
Es aquí donde uno comienza a comprender algunos puntos del catalogo del FEM para el 2030, como lo es el quinto punto sobre el minimizar el consumo de carne. De hecho, existen expertos que sostienen que consumir carne aumenta la probabilidad de tener cáncer y recomiendan evitar su consumo a toda costa… y ni hablar de los que dicen que el ganado produce demasiado estiércol, aumentando con ello los “gases de invernadero”. Bill Gates (5), Jeff Bezos (6) y Richard Branson (7) ya han invertido millones de dólares en empresas como Nature’s Fynd, Memphis Meats y otros start-ups que han patentado toda clase de carnes sintéticas. Pero, ¿qué hay detrás de todo este lema de “¡Abajo la carne!”? Que la camarilla oscura que promueve la “Gran Reconstrucción” quiere apoderarse lo más pronto posible del planeta (8). La ganadería requiere grandes extensiones de territorios que son usados para el pastoreo de animales y el cultivo de plantas. Según The World Only más de tres cuartas partes de las tierras del planeta se utilizan para la ganadería o el pastoreo (40 millones de kilómetros cuadrados), el resto se usa para cultivar plantas necesarias para el consumo humano (11 millones de kilómetros cuadrados). Es precisamente para apoderarse de estos 40 millones de kilómetros cuadrados destinados a la ganadería que hoy se promociona el lema “Abajo la carne”. Se trata de simple codicia y de un deseo de adueñarse de los bienes del planeta lo más pronto posible. Este es solo un ejemplo de cómo el plan-proyecto de Schwab y sus afiliados quiere expropiar la propiedad común de miles de millones de personas con tal de alimentar las arcas del “millón dorado”, es decir, de aquellos que están detrás de la “Gran Reconstrucción”.
Notas:
1. https://www.fondsk.ru/news/2020/12/19/covid-19-nachalo-velikoj-perestrojki-52510.html
2. https://www.fondsk.ru/news/2021/08/24/kto-vy-doktor-shvab-54308.html
3. https://www.weforum.org/agenda/2016/11/8-predictions-for-the-world-in-2030
5. https://www.fondsk.ru/news/2020/04/02/bill-gejts-i-koronavirus-chto-obschego-50516.html
6. https://www.fondsk.ru/news/2018/11/11/o-bolshom-brate-i-cifrovom-imperializme-47106.html
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera