PARA DETENER ESTE CAMINO DE DESTRUCCIÓN, NECESITAMOS UN MUNDO MULTIPOLAR

01.05.2023
Discurso en la 1ª Conferencia sobre Multipolaridad Mundial

Es un honor estar aquí entre oradores de gran prestigio, y me gustaría saludar a nuestro anfitrión, el profesor Alexander Dugin, padre de la heroína Darya Dugina.

Me llamo Maram Susli, nací en Siria y vivo en Australia. Como tal, vivo entre dos mundos, y puesto que ésta es una conferencia sobre un mundo multipolar, quizá sea apropiado hablar de lo polares que son estos dos mundos.

Donde vivo en Australia, puedo abrir el grifo y tengo agua corriente limpia.

Sin embargo, en Siria, la escasez de agua hace que algunos barrios de la capital, Damasco,
sólo reciben agua corriente durante dos horas cada cuatro días.

5 millones de personas carecen de agua potable. Los sistemas de alcantarillado se están desmoronando.

Como consecuencia, las enfermedades se propagan. Ha habido un brote de cólera.

Donde yo vivo en Australia, tengo un sistema de salud en el que puedo confiar.

En Siria, los medicamentos que salvan vidas se han vuelto escasos. Siria, que una vez tuvo una industria farmacéutica que abastecía a todo Oriente Medio con medicamentos asequibles y seguros, ya no puede abastecerse a sí misma.

Donde yo vivo, en Australia, cuando enciendo el interruptor de la luz, nunca tengo que preocuparme de si habrá luz.
En Damasco, la capital de Siria, sólo hay entre una y cuatro horas de electricidad al día, y en las zonas rurales reciben una hora de electricidad cada tres días.

En Siria hay escasez de combustible y de alimentos.

No hay calefacción en invierno ni agua en verano.

Los débiles y los ancianos mueren, sean ricos o pobres.

No hablo en abstracto, sino desde la tragedia personal.

Todo este sufrimiento, no es el resultado de una mala gestión, ni de un desastre natural.

Este sufrimiento ha sido causado intencionadamente por la guerra, la ocupación y las sanciones impuestas por Estados Unidos, Reino Unido y sus aliados.

Estados Unidos ocupa los campos de petróleo y los campos de trigo de Siria, impidiendo el acceso a los alimentos y al combustible. Sus sanciones impiden que los fertilizantes lleguen a la tierra sedienta.

Como resultado, Siria tiene la sexta tasa más alta de inseguridad alimentaria del mundo, mientras que Australia tiene la sexta tasa más alta de obesidad.

Y sin embargo, a pesar de todas las comparaciones que he hecho entre Siria y Australia, Siria sigue estando en mejor posición, porque Siria sigue teniendo su alma.

En Siria veo una nación que no ha olvidado su historia ni su identidad, pero en Australia veo una nación que no sabe adónde va. Ha sido absorbida por la ideología del mundo unipolar, y no es dueña de su destino, sigue a Estados Unidos en sus desventuras.

El hegemón occidental exige la hegemonía, y no se permite más ideas que las suyas. Un reciente artículo de Bloomberg titulado "How wokeism will rule the world", no oculta que pretende imponer esta visión liberal al mundo por la fuerza.

Pero esta visión se ha convertido en una pesadilla distópica y en una negación de la humanidad.
Es una ideología nihilista que exige la despoblación y la destrucción de los valores morales tradicionales.
Crea naciones suicidas con tasas de natalidad en picado. Un vestigio de cordura no puede sobrevivir como contrapeso, sería como señalar que el emperador no lleva ropa.

Por eso Estados Unidos está tratando de matar de hambre a Siria hasta la sumisión, pero su espíritu no se ha quebrado.

Pero en las últimas dos décadas, he sido testigo de cómo EEUU destruía nación tras nación, tras nación por el simple hecho de tener el deseo de vivir su propio modo de vida.

Para detener este camino de destrucción, necesitamos un mundo multipolar. Miramos hacia el este, hacia Rusia y China, para que se levanten y pongan fin a nuestro sufrimiento. En particular, vemos en China la base económica para un futuro independiente.

Los EEUU pueden temer el arma nuclear de Rusia, y si bien esto les disuade, es la fe de Rusia lo que más les asusta, ya que representa un ejemplo de una forma de vida alternativa, un faro brillante de esperanza no sólo para las naciones en el punto de mira del imperio de los EE.UU., sino para las personas dentro de Occidente que quieren vivir en una nación que no ha perdido su cordura ni sus valores.

Es por esta razón, que los EEUU y sus aliados han estado tratando de rodear y aislar a Rusia, sacrificando a Ucrania en el altar del woke-ismo. No les importan los civiles ni el futuro de sus propias naciones aliadas. Están dispuestos a destruir infraestructuras como Nordstream 2 y el puente de Kerch.  Es una fuerza de destrucción y un imperio del caos.

No nos equivoquemos, el mundo está en guerra, y no es sólo por la tierra o el poder, sino por el futuro de la humanidad. Los valores liberales que pretenden imponer al mundo podrían asegurar la extinción de la humanidad como especie. Por esta razón, Rusia no puede perder y China debe ascender. Hay que cuestionar la idea de que un imperio debe ser destructivo. Un mundo multipolar demostrará que las naciones pueden tratar a las demás con respeto y pueden coexistir pacíficamente para la prosperidad mutua.