Orlando: ritual hierogámico-sacrificial

16.06.2016

Hoy el mundo no se transforma a través de la legalidad, la democracia, la política, el Estado de derecho. Todo esto son fachadas, máscaras, formalismos vacíos, supeditados a una mecánica mucho más poderosa, perversa y dramática. Las transformaciones fundamentales del statu quo se provocan hoy mediante rituales hierogámico-sacrificiales de una nueva religión llamada hollycapitalismo. De lo que se trata es de movilizar a la ciudadanía para que esta acepte decisiones que no le convienen, que de hecho han sido ya tomadas, pero que necesitan de estos rituales para que sean aceptadas, en el marco del shock y la estupefacción que provocan. Los medios hollywoodenses forman parte de este entramado, inseparable del poder. Son el nuevo formato en el que se celebran estos rituales, como en otros tiempos lo fueron las pirámides, lo templos o las plazas públicas en las que se quemaba a los herejes. Hoy, estos eventos de bandera falsa son orquestados y celebrados por las élites atlantistas-sionistas al más alto nivel, las que ostentan el verdadero poder en la sombra, las que atesoran desde hace milenios el saber iniciático y mistérico que les da forma. Con la complicidad de elementos y células infiltrados en los estados profundos, los aparatos militares, policiales y de inteligencia.

Hablamos de rituales hierogámico-sacrificiales porque oscilan entre estos dos polos, rituales hierogámicos y rituales sacrificiales. Pero en rigor todos son en alguna medida tanto hierogámicos como sacrificiales. Ambos polos están implícitos en un grado o en otro en todos ellos. En algunos casos es el ritual hierogámico el que predomina y en otros es el sacrificial. Pero a menudo encontramos ambas dimensiones de manera más o menos explícita. Como en Orlando.

Uno de los hitos fundamentales para la implementación del Nuevo Orden Mundial, para la instauración de derecho de la dictadura que ya opera de hecho, es la demolición controlada de Estados Unidos y la transferencia de su soberanía a estructuras transnacionales. Utilizamos expresamente el término "demolición controlada" porque uno de estos rituales fue el 11S de 2001. Celebrado por estas mismas élites atlantistas-sionistas occidentales para transformar progresivamente la democracia estadounidense, y la del resto de Estados occidentales, en estados policiales, y para justificar guerras de conquista en todo el mundo.

Pero además de esta gran celebración satánica del 11S, toda una serie de rituales de menor alcance vienen siendo celebrados desde hace años con objetivos complementarios, en particular prohibir el uso de armas por parte de la población civil estadounidense, tal como garantiza la Segunda Enmienda de su Constitución. La reciente matanza en el club gay Pulse de Orlando, el pasado 12 de junio, a la que hay que sumar el asesinato de la cantante Christina Grimmie dos días antes, reúne todos los indicios de uno de estos rituales hierogámico-sacrificiales de las élites judeo-masónicas que nos gobiernan.

Hablamos de ritual sacrificial en la medida en que en él se escenifica la violencia y la amenaza, y de ritual hierogámico cuando lo que se escenifica es el goce y el deseo. Pero insistimos en que en rigor uno y otro son dos caras de la misma moneda. En la práctica ambos polos están siempre presentes de una manera más o menos explícita. De la misma manera que la muerte supone la vida, la unión erótica, el nacimiento. De la misma manera que la destrucción supone la creación y la creación la destrucción. Todas estas matanzas seriales se pueden considerar, en general, rituales sacrificiales. Pero en algunas de ellas la dimensión hierogámica está también especialmente presente. Como en el caso de Sandy Hook, en diciembre de 2012, en el que 28 personas fueron asesinadas por un joven de 20 años, de los que 20 eran niños.

Pues bien, el ritual de Orlando hay que considerarlo también como uno marcadamente  hierogámico, además de sacrificial. En la medida en que lo que está en su trasfondo es el erotismo, y en particular el erotismo homosexual. Que de hecho ya es implícitamente sacrificial, infértil, contrario a la vida. En efecto, la matanza principal, en la que han perdido la vida 49 personas y 53 han resultado heridas, ha tenido lugar en una discoteca gay. La mayoría de las víctimas han sido jóvenes varones homosexuales. También homosexuales varones han sido los protagonistas en los medios de masas, que forman parte esencial del ritual.

Lo importante es comprender que estas celebraciones rituales operan simbólicamente. No solo se sacrifica a seres humanos sino también todo lo que estos representan, todo lo que encarnan, todo aquello con lo se identifican los fieles que participan en ellos. Si el ritual sacrificial de Charlie Hebdo de enero de 2015 fue, no solo el de los trabajadores de esta publicación, sino también el de la libertad de expresión, el sacrificio de Orlando es también el de la libertad sexual y todo lo que se asocia con ella. Pero también, la no violencia, la aceptación incondicional de los ciudadanos del monopolio de la violencia por parte de las estructuras de poder.

Pero no se puede entender el ritual de Orlando en la discoteca gay en todo su alcance sin el otro ritual asociado, el que tuvo lugar en la misma ciudad dos días antes, en el que la cantante Christina Grimmie fue asesinada después de un concierto. Es de destacar que se trataba de una artista a la que se identificaba con el espíritu cristiano —CHRIST-ina—, que formaba parte de sus temas, pero que había sido progresivamente pervertida por el orden satánico dominante. Pues bien, la matanza en el club gay y el asesinato de Christina Grimmie ponen de manifiesto que estamos ante un ritual hierogámico-sacrificial. El hecho de que lo que está en el trasfondo de la matanza en la discoteca Pulse sea la unión gay es ya una confirmación de que se trata de una hierogamia-sacrificio. En otros artículos hemos hablado del lugar central que ocupa el doble monstruoso, el andrógino, el Rebis, la transgresión sexual, el incesto, en la hierogamia-sacrificio. De hecho el 11S se puede interpretar también en este sentido, como una gran ceremonia de conjunción de un doble monstruoso. 1-1. Quizás no sea una casualidad que el 12 de junio se celebrara el 101 cumpleaños de David Rockefeller.

Pero además en el ritual de Orlando está también especialmente patente algo que conforma la estructura profunda de la mecánica hierogámico-sacrificial. Nos referimos a la estructura trinitaria, y en particular a la trinidad mixta, conformada por dos integrantes de un sexo y uno del otro sexo. En el marco de estas estructuras trinitarias confluyen las energías libidinoso-agresivas, el deseo y la amenaza, el goce y la violencia, que conforman el cuerpo social.

No es una casualidad que estos dos rituales hayan tenido lugar en la misma ciudad, con solo dos días de diferencia. Entre el club gay Pulse, donde tuvo lugar la matanza de homosexuales, y The Plaza Live, donde fue asesinada Christina Grimmie, hay unas 3,3 millas de distancia, según Google Maps.

La mayoría de las víctimas en la discoteca Pulse han sido jóvenes varones homosexuales. Además, en los medios de masas dominantes, que forman parte de este ritual, se han mostrado sobre todo parejas de gays abrazados. Más allá de los datos concretos, de la centena de muertos y heridos, simbólicamente este ritual ha sido el de una pareja gay. Hierogamia y sacrificio. Si a ello sumamos el sacrificio de Christina Grimmie, lo que tenemos es una de estas trinidades mixtas a las que nos referíamos.

Como hemos mostrado en otros lugares, estas trinidades aparecen a menudo en diversos contextos culturales y religiosos. En ellas se dan cita la rivalidad entre dos figuras de un mismo sexo y el deseo mimético con respecto a la figura del otro sexo. De las dos uniones, una de ellas tiende a estar marcada por la dimensión incestuosa, adúltera o violenta, y de esta manera el ritual  opera como un mecanismo moralizador y sancionador de las prohibiciones.

Pero en este caso la mecánica trinitaria está completamente invertida, como corresponde al orden satánico que se está fomentando desde las altas esferas del poder atlantista-sionista. La mujer aparece completamente desvinculada de la pareja gay, que en lugar de rivalizar, de encarnar dos tipos diferentes de unión heterosexual, se unen homosexualmente. Christina Grimmie mantenía a su vez relaciones lésbicas con otra joven. La dinámica trinitaria se encuentra así interrumpida, bloqueada, no solo por este papel excéntrico que juega la mujer, sino también por que la unión homosexual es por definición antinatural, infértil. Se desactiva también por completo el elemento agresivo, que en las trinidades mixtas tenía sentido en la medida en que castigaba las uniones ilegítimas, en que era una violencia legítima en tanto en cuanto era violencia social que castigaba la prohibición. Es difícil comprender hasta qué punto esta radical inversión de la mecánica trinitaria supone una perversión  muy profunda del orden moral dominante, y cómo estos rituales están contribuyendo a pervertir aún más a la ciudadanía. Las masas occidentales están hoy tremendamente aturdidas y aborregadas para comprender cómo las sociedades secretas que gobiernan en la sombra están destruyendo las bases de la tradiciones y las culturas en todo el mundo.

Evidentemente todo esto no es casual si tenemos en cuenta, como decíamos, que el objetivo concreto de este ritual, como del resto de matanzas en serie similares perpetradas en Estados Unidos en los últimos años, es privar a la ciudadanía de su derecho a usar armas. Tampoco es casual que este ritual se haya escenificado en plena campaña electoral en Estados Unidos. La farsa de la democracia y del Estado de derecho atraviesa una grave crisis en todo Occidente y el sistema necesita recurrir a estos mecanismos rituales de movilización de la ciudadanía para que el espectáculo continúe, ocultando con imágenes impactantes, con el viejo pathos trágico que han utilizado tantas religiones, el estado generalizado de quiebra del sistema, la criminalidad y la impunidad estructural que lo sostiene.

Donald Trump ha utilizado hasta este momento a la comunidad hispana como chivo expiatorio para canalizar el malestar de la ciudadanía. Ahora tendrá que moderar su discurso a este respecto, en la medida en que la mayoría de las víctimas de la discoteca pertenecían a este grupo racial. Es muy posible, por lo tanto, que los que estén detrás de este ritual pretendan reforzar la candidatura de Hillary Clinton. A un cierto nivel este ritual debe ser interpretado como un mecanismo de movilización de la ciudadanía, como una manera de calentar el debate electoral con asuntos tales como la inmigración o la libertad sexual y de esta manera dejar en la sombra temas mucho más  relevantes.

Pero un ritual de este alcance debe ser también interpretado en un sentido mucho más amplio, mucho más sistémico, más allá de las disputas de las marionetas políticas que enmascaran cómo opera el imperio atlantista-sionista y cómo avanza en su agenda globalista. La interpretación trinitaria nos ha permitido comprender de qué manera la pareja gay simboliza la no violencia. Todo Occidente se transforma progresivamente en un inmenso estado policial, al mismo tiempo que el mito de la no violencia se extiende entre la ciudadanía manipulada por estos rituales mediáticos. Justamente cuando las poblaciones más necesidad tienen de defenderse de las élites criminales y corruptas que las gobiernan, la moral de la no violencia es protagonista en el discurso dominante. Y para ello qué mejor que recurrir al movimiento LGBT fomentado por las mismas élites. La matanza de homosexuales encaja a la perfección en la agenda globalista. Esta es la mecánica perversa que está detrás del ritual de Orlando. Lleva el mismo sello que el resto de banderas falsas, de crisis ingenierizadas, de manipulaciones de la vida a todas las escalas, orquestada desde las altas esferas del imperio atlantista-sionista. Mecánica religiosa, ritual, hierogámico-sacrificial, en la que está atrapada la mayoría de la población, más aturdida que nunca.

Referencias:
http://stateofthenation2012.com/?p=40106
https://www.rt.com/usa/346194-christina-grimmie-shooting-dead/
http://stateofthenation2012.com/?p=40041
http://abcnews.go.com/US/omar-mateen-suspected-orlando-night-club
http://www.veteranstoday.com/2016/06/12/mk-ultra-triple-play-in-orlando/
https://birdflu666.wordpress.com/2016/06/13/fake-florida-isis-terrorist-worked-for-g4s/
http://www.veteranstoday.com/2016/06/12/orlando/
http://www.activistpost.com/2016/06/5-reasons-to-question-the-official-story-of-the-orlando-shooting.html
https://eladiofernandez.wordpress.com/2016/06/13/la-otan-apoya-juegos-de-rol-de-corte-satanico/
https://www.youtube.com/watch?v=oK0T_hgqZlQ
http://www.rafapal.com/?p=97890

Pedro Bustamante es investigador independiente, arquitecto y artista. Su obra El imperio de la ficción: Capitalismo y sacrificios hollywoodenses ha sido publicada recientemente en Ediciones Libertarias. http://deliriousheterotopias.blogspot.com/