Objetivo geopolítico de los EEUU en los últimos 70 años

24.06.2016

En las dos décadas pasadas hemos presenciado el avance de la OTAN hasta las fronteras de Rusia, junto con el desafío de la histeria real relativa a la amenaza rusa. Esta es una de las medidas del plan seguido paso a paso durante los últimos 70 años por la Casa Blanca, para los que la guerra fría nunca cesó. Para entender lo que yace detrás de esta agresiva política exterior de Washington, debemos mirar a los conceptos geopolíticos. Tras la segunda guerra mundial, expertos en geopolítica de Washington tomaron y adaptaron el concepto geoestratégico denominado “Heartland Theory” (Teoría del Corazón de la Tierra), publicado en 1904 en la Sociedad Geográfica Real por Halford John Mackinder. La política exterior americana fue construida sobre esta doctrina que desembocó en una agresión militar a escala planetaria para que ellos pusieran sus manos sobre las enormes reservas minerales de Rusia.

Mackinder consideró que la estructura geográfica denominada “Offshore islands” (islas junto a la costa, como Inglaterra y Japón) tuviera un valor geopolítico secundario. Debido a su aislamiento, las “islas remotas en la periferia” (norte América, y Australia), no tenían valor geopolítico. En cambio, Mackinder apuntó que la cuna de la civilización (la isla mundial) es la principal estructura geográfica, comprendiendo tres continentes conectados entre sí: Europa, África y Asia. La cuna tiene el área más grande, es la más poblada, rica en recursos, y es altamente accesible por tierra. El núcleo de la cuna es su pivote (Heartland, o Corazón de la Tierra), donde se concentra el 60% de los recursos minerales, agua dulce, la mayoría de la tierra apropiada para la agricultura y los bosques sobre la Tierra. El problema esencial es que el pivote coincide con el territorio de Rusia (excepto la península de Kamchatka), y los EEUU apuntan a alcanzarla y subyugarla.

Los americanos pueden aproximarse al pivote de la cuna de la civilización desde el Creciente Interior (Rimland, o Zona Costera), que la rodea, y se compone de Europa, Norte de África, la península arábiga, India, Indochina y China. Mackinder consideró que el semicírculo de la periferia interna es barrera y frontera de la zona pivotal, y el hecho de que tras la segunda guerra mundial el estallido de conflictos militares fuera en el Creciente Interior, demuestra una disposición de los EEUU para acceder a los niveladores de control sobre el pivote. El interés de Washington es el de transformar a los estados periféricos del creciente interior en sirvientes obedientes. Cualquier líder nacionalista del creciente interior había de ser declarado como dictador y derrocado, sino, el país había de ser o bien ocupado o bien devastado por terroristas de origen extranjero, inducidos y controlados por los EEUU. Podemos ver que para lanzar la agresión militar en este Creciente Interno, los EEUU concentraron cientos de bases militares en ella, de tipo naval, aérea, depósitos militares y otras instalaciones militares.

En 1945, América era la única nación que emergió fortalecida tras la devastación de la guerra mundial, porque no se llevó a cabo en su territorio. Los EEUU apuntaron a la conquista del pivote de la cuna de la civilización, que pertenecía a la URSS. Y aquí empezó la guerra fría, la división de Europa en Europa Oriental, dominada por los soviéticos y la Europa Occidental ocupada por los EEUU. Europa estaba situada en la periferia occidental del creciente interior de Mackinder. Una de las conclusiones de la teoría de Mackinder se relaciona con el hecho de que aquellos que dominan Europa Oriental tenían automáticamente una entrada abierta a la cuna de la civilización. La destrucción del socialismo globalmente a través de una guerra secreta tomó la forma de operaciones encubiertas que condujeron, desde 1989, a un cambio fundamental de la Europa Oriental socialista por el principio del dominó, produciendo un estallido simultáneo de revoluciones aparentes. Fueron seguidas por periodos denominados “de transición” donde América ocupaba países, que “de facto” eran conquistados. Como Yugoslavia no cayó en el “paquete” con los otros anteriores países comunistas, los EEUU crearon para este país, en sus laboratorios psicológicos, un tipo de guerra civil basado en asuntos étnicos y religiosos, seguidos por una intervención militar de la OTAN. 

Los EEUU decidieron crear y armar a Israel, lo que generó una larga serie de guerras árabe-israelíes. Los EEUU dan ayuda militar anualmente a Israel por valor de 4.000 millones de dólares. La URSS apoyó a sus contrapartes: Libia, Egipto, Siria, e Irak, ubicadas en el creciente interior, mientras que los EEUU tomaron a las monarquías bajo su protección; esas familias en la península arábiga, que guardan enormes recursos petrolíferos (Arabia Saudí, Qatar, Bahréin, EAU, Omán, y Kuwait). Los EEUU mantienen docenas de bases aéreas, navales y terrestres en el golfo, así como enormes depósitos militares del Mando Central del Pentágono (CENTCOM, en inglés), que almacena decenas de tanques, vehículos armados, equipamiento logístico, helicópteros, y munición para dos cuerpos de ejército con más de 100.000 tropas. El Irak de Saddam Hussein estaba también en el centro del creciente interior, una única razón para que los EEUU la ocuparan militarmente y la enviaran al caos. También en el creciente interior está la Libia de Gaddafi, que también fue sujeta a un devastador nivel de destrucción, como la Siria de Assad.

Bajo el régimen del Shá, los EEUU convirtieron a Irán (ubicada dentro de la periferia semicircular) en su principal base de operaciones, cubierta por la infiltración de la CIA entre las minorías musulmanas en la URSS, con el objetivo de tramar sabotajes, construir depósitos de armas, y reclutar lugareños para dedicarlos a la guerra de guerrillas. La caída del telón de acero permitió que salieran primero de la composición de la URSS aquellos países considerados como los estados de la frontera sur de la región pivotal: Azerbaiyán, Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, y Tayikistán, infiltrados por agentes de la CIA que operaron en Irán hasta 1980.

Afganistán, fronterizo con Irán, es un puesto avanzado ubicado dentro del creciente interior donde se puede acceder al área pivotal de la cuna de la civilización de manera relativamente fácil. En Afganistán, los EEUU crearon Al-Qaeda para combatir a los soviéticos (1979-1989) y más tarde, en 2001, Al-Qaeda fue usada como pretexto para ocupar el país militarmente.

Al mismo tiempo que los ataques en el oeste y el centro, los EEUU iniciaron una ofensiva en la periferia semicircular interior oriental, que dio lugar a la guerra de Corea (1950-1953), la cual terminó desastrosamente para los EEUU por la separación de la nación coreana durante seis décadas y la generación de una sensación de estallido de conflicto latente. Actualmente, Corea del Sur alberga a 19.700 soldados de los EEUU, mientras que Japón alberga a 35.000. EEUU perseveró en la otra dirección oriental del creciente interior periférico, dentro de Vietnam y la península de Indochina, el resultado fue el mismo que en Corea. Debido al fulminante ascenso de China, que es ahora la segunda economía más grande del mundo, para penetrar en las partes interior y oriental del creciente interior para acceder al territorio de Rusia, el Pentágono tendrá que derrotar al ejército chino.